Aninver dirige un taller de sensibilización en Trinidad y Tobago para el proyecto de crédito de carbono azul
Aninver dirigió un taller de sensibilización en Trinidad y Tobago en el marco del Proyecto Carbono Azul del BID — IMA, que promueve la resiliencia climática y los medios de vida sostenibles.
Esta semana, Aninver Development Partners tuvo el honor de estar en Trinidad y Tobago dirigiendo el primer taller de sensibilización en el marco del proyecto «Pilotando un sistema de crédito de carbono azul en Tobago» (TT-T1141), una iniciativa pionera financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) e implementada en colaboración con el Instituto de Asuntos Marinos (IMA).
El proyecto, lanzado en 2025, busca establecer un esquema de crédito de carbono azul (BCC) de alta calidad que aproveche los ricos ecosistemas costeros del país para la mitigación del cambio climático, el desarrollo sostenible y la mejora de los medios de vida.
Aninver estuvo representada por un equipo multidisciplinario de consultores dirigido por la Sra. Olivia Fava Verde, jefa del equipo, quien guió a los participantes a través de la visión, los objetivos y las oportunidades del proyecto para los sectores público y privado, así como para las partes interesadas de la comunidad y la sociedad civil.
Construyendo un marco para el carbono azul en Trinidad y Tobago
El proyecto de crédito de carbono azul es un esfuerzo innovador diseñado para ayudar a Trinidad y Tobago a aprovechar los crecientes mercados mundiales de carbono mediante la gestión sostenible de sus ecosistemas costeros, en particular los bosques de manglares, las praderas de pastos marinos, las marismas y los arrecifes de coral.
Estos ecosistemas se encuentran entre los sumideros naturales de carbono más eficientes del planeta. Las investigaciones indican que secuestran carbono a tasas hasta diez veces mayores que las de los bosques tropicales, almacenando de tres a cinco veces más carbono por hectárea. Sin embargo, hasta hace poco, el potencial de estos sistemas para generar créditos de carbono verificados había permanecido subdesarrollado en el contexto caribeño.
Con el respaldo del artículo 6 del Acuerdo de París, que permite a los países negociar reducciones de emisiones verificadas a través de resultados de mitigación transferidos internacionalmente (ITMO), el proyecto tiene como objetivo diseñar y probar una simulación de un sistema nacional de créditos de carbono azul. Este marco ayudará al país a alinear sus esfuerzos de conservación costera con los mecanismos internacionales de financiación climática.
La consultoría, dirigida por Aninver, se centra en desarrollar un marco regulatorio y de gobernanza, un sistema digital de medición, notificación y verificación (MRV) y un conjunto de herramientas para implementar proyectos de carbono azul de alta calidad que cumplan con los estándares globales. El proyecto también impartirá cuatro talleres (dos sesiones de sensibilización y dos eventos de capacitación técnica) para desarrollar la capacidad nacional y garantizar la titularidad de las partes interesadas.
El papel del taller de sensibilización
El taller celebrado esta semana en Tobago representa un hito clave en la fase inicial del proyecto. Fue diseñado para crear conciencia entre los representantes gubernamentales, los actores del sector privado, las ONG, las instituciones académicas y las comunidades locales sobre el potencial de las iniciativas de carbono azul para impulsar el crecimiento económico sostenible y la resiliencia ambiental.
A través de sesiones interactivas y debates grupales, los participantes exploraron la ciencia, las políticas y la economía del carbono azul, incluido el papel de los mercados de carbono, los sistemas de MRV y las salvaguardias para una distribución equitativa de los beneficios.
El evento también presentó a los participantes los principios del carbono azul de alta calidad desarrollados en la COP27, que garantizan que los créditos de carbono no solo sean creíbles desde el punto de vista medioambiental, sino también socialmente justos y económicamente viables.
Uno de los aspectos más destacados del taller fue una sesión sobre las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) de Trinidad y Tobago en virtud del Acuerdo de París. La NDC actual del país tiene como objetivo lograr una reducción acumulada del 15% en las emisiones nacionales para 2030, con una reducción incondicional del 30% en las emisiones del transporte público. La integración de los proyectos de carbono azul en esta estrategia proporcionará una vía innovadora para alcanzar esos objetivos, al tiempo que apoyará la protección costera, la conservación de la biodiversidad y los medios de vida de las comunidades.
Sitios del proyecto: donde la naturaleza se encuentra con la acción climática
El proyecto de crédito de carbono azul se centra en varios sitios de importancia ecológica en Trinidad y Tobago:
- Laguna de Bon Accord y arrecife Buccoo (Tobago): el complejo de manglares más grande de la isla, conectado con lechos de pastos marinos y arrecifes de coral, ofrece un mosaico ecosistémico único ideal para la contabilidad del carbono azul y las actividades de subsistencia relacionadas con el turismo.
- Pantano de Kilgwyn (Tobago): un área de manglares más pequeña pero crítica, con potencial para la rehabilitación y la conservación basada en la comunidad.
- Pantano de Caroní (Trinidad): uno de los humedales más emblemáticos del Caribe, hogar del ave nacional, el ibis escarlata. Es un sitio incluido en la lista Ramsar y representa el ecosistema de manglares estuarinos más grande del país.
Estos lugares combinan la riqueza ecológica con la presencia comunitaria, lo que los convierte en proyectos piloto ideales para demostrar cómo las soluciones basadas en la naturaleza pueden generar resultados de carbono verificados y comercializables y, al mismo tiempo, generar beneficios locales tangibles.
Como se discutió durante el taller, proteger incluso el 20% de los manglares del mundo podría reducir aproximadamente 30 millones de toneladas de CO₂ al año. En Trinidad y Tobago, la protección y restauración de estos ecosistemas pueden, por lo tanto, servir como piedra angular tanto de la estrategia climática nacional como de la diversificación económica.
Uniendo la acción climática y el desarrollo comunitario
El enfoque de Aninver hace hincapié en que las iniciativas de carbono azul deben ser inclusivas, transparentes y justas.
Los debates del taller abordaron cómo el consentimiento libre, previo e informado (CLPI), los mecanismos de distribución de beneficios y la participación sensible al género pueden garantizar que las comunidades costeras, especialmente las mujeres, los jóvenes y los pescadores, participen activamente y se beneficien de los proyectos de carbono azul.
Los participantes también conocieron ejemplos del mundo real, como Delta Blue Carbon en Pakistán, que demostró cómo la restauración de manglares puede generar tanto créditos de carbono verificados como nuevas fuentes de ingresos para las poblaciones locales mediante el empleo en actividades de plantación, monitoreo y conservación.
Los ejercicios grupales alentaron a los asistentes a identificar los desafíos y oportunidades específicos de cada sitio, desde las complejidades de la tenencia de la tierra y la disponibilidad de datos hasta las necesidades de creación de capacidad y las vías de financiación.
Cada equipo propuso «resultados rápidos» viables para los próximos meses, como la formación de grupos de trabajo locales, la mejora de la recopilación de datos y la exploración de asociaciones para iniciativas piloto.
Sentar las bases para la preparación para el mercado
Otro tema clave del taller fue la preparación para el mercado: preparar la infraestructura regulatoria e institucional necesaria para que Trinidad y Tobago emita créditos de carbono creíbles y alineados con los estándares internacionales.
La presentación de Aninver explicó cómo un registro digital nacional de carbono, diseñado de conformidad con los requisitos del artículo 6, funcionaría como un «libro de contabilidad bancaria» para rastrear cada crédito de carbono desde su emisión hasta su jubilación, garantizando la transparencia, la trazabilidad y la integridad.
Los participantes aprendieron que para que el carbono azul se convierta en un instrumento económico viable, el país debe garantizar que no haya doble contabilización, establecer reglas claras de propiedad del carbono y conectar su sistema MRV nacional a bases de datos internacionales como la base de datos del artículo 6 de la CMNUCC o el Climate Warehouse.
Estos mecanismos son fundamentales para garantizar que los créditos generados estén alineados con los de París, sean atractivos para los inversores y sean reconocidos a nivel mundial por su calidad ambiental y social.
Posicionar a Trinidad y Tobago como líder regional
La sólida base institucional de Trinidad y Tobago, que incluye el Ministerio de Planificación y Desarrollo, la Autoridad de Gestión Ambiental (EMA) y el Instituto de Asuntos Marinos (IMA), proporciona una base sólida para desarrollar un mercado sólido de carbono azul.
Como se señaló en el taller, la Política Ambiental Nacional (2018), la Política de Cambio Climático (2025) y la Política de Conservación de Humedales (2001) del país ya proporcionan un marco político para integrar las iniciativas de carbono azul en el desarrollo nacional.
Al incorporar las mejores prácticas mundiales en la contabilidad del carbono, la gobernanza y la inclusión social, Trinidad y Tobago puede convertirse en un pionero regional a la hora de vincular la acción climática con la prosperidad comunitaria. Los primeros en adoptar los créditos de carbono azul de alta integridad pueden obtener beneficios tanto financieros como de reputación a medida que la demanda mundial de soluciones de carbono basadas en la naturaleza siga aumentando.
Acerca de Aninver Development Partners
Aninver Development Partners es una consultora internacional especializada en desarrollo sostenible, innovación digital y asociaciones público-privadas (APP). La firma brinda servicios de asesoramiento estratégico y técnico a agencias de desarrollo, gobiernos y el sector privado en África, América Latina y el Caribe.
A través de su trabajo en el proyecto de crédito de carbono azul de Trinidad y Tobago, Aninver refuerza su compromiso de promover soluciones inteligentes desde el punto de vista climático que fomenten la resiliencia, la inclusión y el crecimiento económico a largo plazo.