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Blue Carbon MRV: Construyendo líneas de base para manglares y pastos marinos
Cuando la gente habla de soluciones climáticas, los bosques suelen dominar la conversación. Sin embargo, algunos de los sumideros de carbono más poderosos del mundo se encuentran silenciosamente a lo largo de nuestras costas. Los manglares, los pastos marinos y las marismas saladas almacenan carbono hasta 10 veces más eficientemente que los bosques terrestres, y lo encierran en suelos anaeróbicos profundos durante siglos. Estos ecosistemas protegen las costas, respaldan la pesca y ofrecen un enorme valor de mitigación y adaptación, pero para acceder a la financiación climática para ellos, los países necesitan algo esencial: bases de referencia creíbles y sistemas sólidos de MRV (medición, notificación y verificación).
El carbono azul puede ser uno de los campos más prometedores de la financiación climática en la actualidad, pero sin un MRV sólido, no puede pasar de una realidad potencial a una realidad lista para la inversión.
Por qué es importante el MRV en Blue Carbon
A diferencia de la energía renovable o las emisiones industriales, el carbono azul es biológico, espacial y dinámico. El valor de una masa de manglares depende de la mezcla de especies, la densidad del dosel, la profundidad del suelo, la composición de los sedimentos, la hidrología y los patrones de perturbación. En el caso de los pastos marinos, factores como la claridad del agua, los ciclos de las mareas y la fragmentación de las praderas son igualmente importantes.
Esta complejidad significa que los sistemas de MRV mal diseñados pueden sobreestimar o subestimar drásticamente las reservas de carbono, lo que genera imprecisiones que ponen en peligro la credibilidad ante los reguladores, las DFI y los inversores privados.
Un sólido sistema MRV de carbono azul permite a los países y a los desarrolladores de proyectos:
- Comprenda el verdadero potencial de almacenamiento de carbono de sus ecosistemas.
- Identifique los riesgos de degradación y priorice las áreas de restauración.
- Genere créditos de alta calidad que cumplan con los estándares internacionales.
- Atraiga financiación climática de las instituciones financieras internacionales, las organizaciones filantrópicas y los mercados privados.
En pocas palabras, el MRV es el puente entre la ciencia y las finanzas.
Qué se necesita para construir una base sólida
Crear una línea base de carbono azul no consiste solo en tomar muestras de suelo o cartografiar la vegetación. Es un esfuerzo multidisciplinario que combina especialistas en teledetección, ecólogos marinos, organizaciones comunitarias, economistas y expertos en el mercado del carbono.
Una base de referencia creíble normalmente incluye:
1. Mapeo preciso de los ecosistemas
Los mapas de distribución de manglares y pastos marinos deben distinguir los grupos de especies, las clases de densidad y las condiciones de salud. Hoy en día, las imágenes satelitales de alta resolución, los estudios con LiDAR, los vehículos aéreos no tripulados y el aprendizaje automático permiten realizar mapas más precisos que nunca.
2. Mediciones de biomasa y suelo sobre el terreno
El carbono del suelo suele representar entre el 80 y el 90% del total de las reservas de carbono azul. Las bases de referencia requieren un muestreo estratificado, la extracción del núcleo, el análisis de la densidad aparente y las pruebas de fracción de carbono. Para los pastos marinos, el grosor de las praderas, la composición de las especies y la capacidad de captura de sedimentos son indicadores esenciales.
3. Tendencias históricas y escenarios de referencia
Comprender cómo han cambiado los ecosistemas a lo largo de 10 a 20 años ayuda a establecer trayectorias en las que todo sigue igual. Este paso es clave para determinar la adicionalidad y evitar las emisiones.
4. Evaluación de riesgos y análisis de permanencia
Los proyectos de carbono azul se enfrentan a riesgos específicos, como la erosión, los ciclones, las especies invasoras y el aumento del nivel del mar. Los sistemas MRV deben incorporar protocolos de monitoreo que respondan a estas amenazas y garanticen la integridad crediticia a largo plazo.
5. Validación de la comunidad y claridad de la gobernanza
Muchos hábitats de carbono azul se superponen con zonas de pesca tradicionales o áreas gestionadas por la comunidad. Las bases de referencia deben reflejar el conocimiento local, aclarar los problemas de tenencia y alinear los incentivos con los beneficios para la comunidad.
Cuando estos elementos se unen, las bases de referencia se convierten en algo más que un requisito técnico: se convierten en herramientas de planificación estratégica para la conservación, el desarrollo turístico y la adaptación al clima.
La experiencia de Aninver: fomentar la preparación para el carbono azul en el Caribe
En Aninver, vemos de primera mano cómo los países están pasando de tener aspiraciones amplias a marcos concretos sobre el carbono azul.
En Trinidad y Tobago, nuestro trabajo en el diseño y la simulación de un esquema de créditos de carbono azul de alta calidad muestra cómo los sistemas de MRV son fundamentales para la credibilidad y la viabilidad del mercado a largo plazo. En colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo y el Instituto de Asuntos Marinos, estamos ayudando al país a pasar de las amplias ambiciones de la economía azul a un marco operativo técnicamente sólido. Esto incluye identificar las áreas prioritarias de manglares y pastos marinos, revisar las metodologías mundiales de MRV y analizar las brechas institucionales que afectan a la calidad de los datos, la capacidad de verificación y la gobernanza. Mediante misiones sobre el terreno, talleres con las partes interesadas y evaluaciones comparativas, estamos sentando las bases para establecer bases de referencia transparentes, acuerdos reglamentarios coherentes y proyectos en cartera en los que se pueda invertir. Estos esfuerzos permitirán a Trinidad y Tobago generar créditos de carbono azul verificables y de alta integridad, al tiempo que fortalecerán la resiliencia costera, respaldarán los medios de vida de las comunidades y atraerán inversiones privadas sostenibles.
Del mismo modo, gracias a la ampliación de las tareas relacionadas con la economía azul en Belice y a las estrategias digitales costeras en Gambia, hemos visto cómo la precisión de los datos ambientales sustenta el desarrollo del turismo sostenible, la gestión del riesgo costero y la toma de decisiones de inversión. La medición del carbono azul no es un ejercicio técnico aislado, sino que se entrelaza con la planificación económica, el empoderamiento de las comunidades y la movilización de la financiación climática.
Por qué los países deberían actuar ahora
Con el surgimiento de nuevas metodologías de Verra, ART-TREES y organismos científicos mundiales, la competencia aumenta a medida que los países se apresuran a posicionarse en el espacio del carbono azul. Los pioneros están consiguiendo más fondos, creando instituciones más sólidas y atrayendo asociaciones que amplíen la restauración y la conservación.
Invertir en sistemas de MRV sólidos ahora permite a los gobiernos:
- Aprovechar la financiación climática basada en la naturaleza;
- Apoyar la resiliencia y la adaptación costeras;
- Preservar los activos pesqueros y turísticos;
- Reforzar la capacidad científica e institucional.
La verdadera oportunidad se encuentra en la intersección del clima, la biodiversidad y los medios de vida de las comunidades, y la medición del carbono azul es el paso fundamental para lograrlo.









