Nuestras Opiniones
Alianzas público-privadas en Qatar: tendencias, marcos y oportunidades de inversión
1. Introducción
Qatar está adoptando las asociaciones público-privadas (APP) como modelo clave para ofrecer infraestructura y servicios públicos en línea con su ambiciosa agenda de desarrollo. En los últimos años, el país ha tomado medidas para formalizar y expandir las APP como parte de la Visión Nacional 2030 de Qatar, una estrategia destinada a diversificar la economía, mejorar la prestación de servicios públicos y fomentar el crecimiento sostenible. Las APP se consideran cada vez más como un mecanismo en el que todos ganan: atraen la inversión privada (tanto nacional como extranjera) hacia los proyectos de Qatar, al tiempo que aprovechan la experiencia del sector privado para lograr una mejor relación calidad-precio e innovación en la infraestructura pública. Un aspecto crucial es que el gobierno de Qatar ha indicado que las APP apoyarán proyectos relacionados con las prioridades nacionales, como la Visión Nacional de Qatar 2030 y el legado de infraestructura de la Copa Mundial de la FIFA 2022 en materia de infraestructuras. Con proyectos por un valor estimado de 85 000 millones de dólares planificados de aquí a 2030 en el marco de la Visión Nacional, las APP se han convertido en un pilar central para la construcción de nuevas carreteras, escuelas, servicios públicos y más.
En mayo de 2020, Qatar dio un paso decisivo al promulgar una ley específica sobre las APP (ley núm. 12 de 2020), que estableció un marco regulatorio para regular las asociaciones público-privadas. Esta ley, la primera legislación integral sobre APP del país, ha allanado el camino para una cartera de proyectos en todos los sectores. Incluso antes de la promulgación de la ley, Qatar había utilizado modelos tipo APP en áreas específicas (por ejemplo, proyectos independientes de energía y agua en Ras Laffan y Mesaieed). Sin embargo, el nuevo marco tiene como objetivo convertir las APP en una práctica generalizada, estandarizando la forma en que se estructuran y ejecutan estas asociaciones. Desde la introducción de la ley, el programa de APP de Qatar ha cobrado impulso: se han lanzado proyectos piloto iniciales en educación, servicios públicos e infraestructura, lo que indica una transformación más amplia en el enfoque del país con respecto a la ejecución de proyectos. A principios de 2019, Qatar anunció un proyecto piloto para desarrollar 45 escuelas públicas mediante asociaciones público-privadas, con un coste estimado de 4.000 millones de rands (1.100 millones de dólares). En 2022, Qatar había cerrado la financiación de su primera planta de tratamiento de aguas residuales (un proyecto de 5.400 millones de dinares kuwaitíes en Al Wakrah y Al Wukair), y se había entregado el primer lote de escuelas del programa de APP. Estos acuerdos subrayan el papel cada vez mayor de los socios privados en sectores que tradicionalmente han sido financiados exclusivamente por el Estado.
En este artículo, ofrecemos una visión general en profundidad de la evolución del panorama de las APP en Qatar. Exploramos los sectores activos de la actividad de las APP, desde la infraestructura física (transporte, energía, agua y gestión de residuos) hasta la infraestructura social (educación, salud, turismo), y destacamos las ofertas y oportunidades recientes. También examinamos el marco legal e institucional que sustenta las APP en Qatar, incluida la Ley de APP de 2020, las funciones de las principales entidades públicas como el Ministerio de Comercio e Industria (MoCI) y el Ministerio de Finanzas (MoF), y la alineación de las iniciativas de APP con la Visión Nacional de Qatar 2030. Los ejemplos de datos y proyectos provienen de fuentes autorizadas y plataformas de inteligencia de mercado (como InfraPPP, la base de datos de mercados de infraestructura de Aninver) para ilustrar las tendencias actuales y las oportunidades de inversión. Por último, comparamos el progreso del PPP de Qatar con los de los estados vecinos del Golfo, proporcionando un contexto regional para los logros y desafíos de Qatar.
Tras la finalización de importantes eventos, como la Copa Mundial de la FIFA 2022, Qatar se está encaminando hacia una trayectoria de desarrollo posterior a 2022, en la que se espera que las APP desempeñen un papel más importante a la hora de mantener el impulso de la inversión. Cabe destacar que Qatar figura entre los principales destinos del mundo para la inversión extranjera directa en los últimos años, lo que refleja la confianza de los inversores mundiales. Los proyectos de APP —al ofrecer oportunidades de inversión transparentes y a largo plazo— están a punto de atraer una parte de este capital. De hecho, el mercado de APP de Qatar se encuentra actualmente en una fase de crecimiento, con proyectos en tramitación inmediata por un valor estimado de 10 000 millones de QAR. Como veremos, estos proyectos abarcan varios sectores y están respaldados por un firme compromiso gubernamental. El enfoque de Qatar, al igual que el de Arabia Saudí en el marco de Visión 2030 (aquí encontrará más información sobre las APP en Arabia Saudí), hace hincapié en las APP no por necesidad fiscal (las finanzas de Qatar, impulsadas por el GNL, son sólidas) sino como una opción estratégica para mejorar la eficiencia, la innovación y la participación del sector privado en la economía.
2. El panorama actual de las APP en Qatar
El panorama de las APP en Qatar ha evolucionado rápidamente desde 2019, pasando de ser un puñado de proyectos aislados a convertirse en un programa estructurado respaldado por políticas claras. En la actualidad, las APP en Qatar están pasando de ser un concepto incipiente a un modelo de desarrollo viable y generalizado. El punto de partida formal fue la redacción y aprobación de la ley de APP en 2019 (aprobada por el Gabinete en abril de 2019), seguida de su promulgación a mediados de 2020. Esto proporcionó a los inversores y a las entidades gubernamentales claridad sobre los procesos de APP, lo que les infundió más confianza para llevar a cabo proyectos de asociación. Como resultado, sectores que en el pasado habían contado con poca participación privada ahora están licitando o planificando activamente proyectos de APP. Por ejemplo, la educación y la atención médica, que históricamente estaban totalmente a cargo del gobierno, ahora figuran en la agenda de las APP, y los proyectos de infraestructura escolar ya están en ejecución y los proyectos hospitalarios están en estudio. Por lo que respecta a la infraestructura física, Qatar está ampliando su exitosa experiencia en materia de asociaciones público-privadas de energía y agua (implementadas desde hace mucho tiempo mediante modelos de producción de energía independientes) a nuevos ámbitos, como la energía renovable y el tratamiento de aguas residuales.
Varios indicadores destacan la creciente escala y alcance del programa de APP de Qatar. En primer lugar, el gobierno ha creado una cartera de proyectos que abarca diversos sectores. Inmediatamente después de la promulgación de la ley sobre asociaciones público-privadas, las autoridades identificaron numerosos proyectos candidatos (con un valor inicial de alrededor de 10 000 millones de riales marroquíes) para probar el modelo. Entre ellos figuraban el programa escolar de paquetes múltiples, las instalaciones de tratamiento de aguas residuales y otras infraestructuras. En 2023, muchos de los proyectos relacionados con la Copa del Mundo (estadios, metro, etc.) se habían completado mediante la contratación tradicional, lo que, de hecho, libera capacidad para que el gobierno canalice sus esfuerzos hacia nuevos proyectos de APP a fin de satisfacer las actuales necesidades de desarrollo de Qatar. El presupuesto estatal de 2023 todavía destina 18 000 millones de dólares (el 8% del PIB) a proyectos de desarrollo y, si bien esto supuso una ligera disminución con respecto a 2022 (cierre posterior a la Copa Mundial), subraya que Qatar sigue invirtiendo mucho en infraestructura. Se espera que el enfoque de las APP complemente este gasto público atrayendo capital privado, garantizando que los proyectos importantes no se retrasen debido a los ciclos presupuestarios públicos.
En segundo lugar, los proyectos de APP de Qatar han empezado a alcanzar hitos tangibles, lo que demuestra la viabilidad del modelo. A finales de 2020, cuando la nueva ley se estaba secando, Qatar adjudicó su primer lote de escuelas de colaboración público-privada: un paquete de 8 nuevas escuelas públicas que un promotor privado diseñaría, construiría, financiaría y mantendría mediante una concesión de 25 años. Esta fue la primera asociación público-privada de infraestructura social de la historia del país, y la estructura contractual garantizó que las escuelas se entregaran a tiempo y se arrendaran al gobierno una vez terminadas. El hecho de que este proyecto piloto avanzara a pesar de los desafíos mundiales de 2020 demuestra el compromiso de Qatar de poner en marcha proyectos de APP. En 2022, se logró otro hito: la adjudicación del contrato y el cierre financiero de la planta de tratamiento de aguas residuales de Al Wakrah y Al Wukair (PPP). Este proyecto de aproximadamente 5.400 millones de QAR (unos 1.500 millones de dólares) es la primera APP de aguas residuales de Qatar, firmada con un consorcio internacional, y añadirá 150 000 m³/día de capacidad de tratamiento. Cabe destacar que alrededor del 50% de la financiación de capital del proyecto (2.700 millones de QAR) se obtuvo mediante financiación privada internacional, lo que constituye un firme voto de confianza de los prestamistas en el marco de las APP y en la solvencia crediticia de Qatar. Estos acuerdos ilustran que los «proyectos de APP en Qatar» se están convirtiendo ahora en una realidad sobre el terreno, no solo en planes sobre el papel, y están atrayendo a inversores locales y extranjeros.
Es importante señalar que la adopción de las APP por parte de Qatar está impulsada por una visión estratégica de eficiencia y diversificación, más que por la necesidad urgente de cubrir las brechas presupuestarias. Qatar disfruta de importantes ingresos procedentes de las exportaciones de gas natural, y sus niveles de deuda pública son manejables. Por lo tanto, al igual que la experiencia de Arabia Saudí, Qatar busca asociaciones público-privadas «no solo para reducir su balance, sino también para aumentar su valor neto». Con la participación de socios privados, el gobierno busca aprovechar la innovación (por ejemplo, diseños que ahorren energía para infraestructuras o tecnología de vanguardia en la prestación de servicios) y mejorar los tiempos de entrega de los proyectos. El modelo de APP también transfiere ciertos riesgos a largo plazo al sector privado, como las responsabilidades operativas y de mantenimiento, lo que puede incentivar un mayor rendimiento. En el contexto de Qatar, los éxitos iniciales de las APP están aumentando el impulso y la capacidad del sector público. Cada proyecto aporta lecciones que pueden aplicarse al siguiente, creando gradualmente un mercado de APP maduro. Según los observadores del mercado, Qatar está a punto de «mantener un fuerte impulso inversor hasta 2023», ocupando el primer lugar a nivel mundial en cuanto al crecimiento reciente de la IED, y las iniciativas de APP serán un canal clave para mantener ese impulso al ofrecer oportunidades concretas a los inversores.
De cara al futuro, se espera que la cartera de APP de Qatar se expanda tanto en escala como en variedad. Con la legislación sobre las APP y el marco institucional establecidos (que se analizan en la siguiente sección), los ministerios y organismos competentes están identificando activamente nuevos proyectos adecuados para la estructuración de las APP. Las iniciativas a gran escala —como la creación de más plantas de energía renovable, instalaciones de gestión de residuos, proyectos de transporte e infraestructura social— están en el punto de mira a medida que Qatar entra en su próximo ciclo de Estrategia Nacional de Desarrollo (2023—2030). En resumen, el panorama actual de las APP en Qatar es de crecimiento dinámico, pasando de una fase de establecimiento de normas y proyectos piloto a una de ejecución de acuerdos y ampliándose a múltiples sectores. Se han sentado las bases; ahora el objetivo es implementar los proyectos de manera eficaz y demostrar su éxito para fomentar la confianza entre las partes interesadas. En las siguientes secciones, profundizamos en cómo está organizado el marco de APP de Qatar y luego examinamos la evolución sector por sector con más detalle.
3. Marco institucional y política de APP en Qatar
Un marco institucional y legal sólido sustenta el programa de APP de Qatar, que proporciona la gobernanza y la supervisión necesarias para dar confianza a los inversores. La pieza central de este marco es la Ley de Alianzas Público-Privadas (Ley núm. 12 de 2020), que se promulgó en junio de 2020 para regular el funcionamiento de las APP en Qatar. Esta ley era un avance muy esperado: antes de 2020, Qatar no disponía de una legislación específica sobre las APP, y todas las asociaciones se realizaban en virtud de la legislación contractual general o de acuerdos ad hoc. La nueva ley sobre APP cambió esta situación al definir claramente qué constituye una APP, delinear los modelos de contratación aprobados y establecer los procedimientos para la licitación y la gestión de proyectos. Según la ley, se permiten explícitamente varios modelos de APP, incluidos los de construcción, operación y transferencia (BOT), construcción, transferencia y operación (BTO), construcción, propiedad, operación y transferencia (BOOT), los acuerdos de desarrollo de terrenos (arrendamiento o usufructo a largo plazo para un desarrollo privado) y los contratos de operaciones y mantenimiento. Esta flexibilidad significa que Qatar puede adaptar la estructura de las APP a diferentes sectores, por ejemplo, utilizando BOOT para una planta desalinizadora (común en las empresas de servicios públicos) o un simple contrato de operación y mantenimiento para la gestión de las instalaciones. La ley también permite adoptar nuevas estructuras de asociación si las propone un ministro y el primer ministro las aprueba, lo que garantiza que el marco pueda evolucionar con proyectos innovadores.
Estructura institucional: la Ley de APP designa un «departamento competente» —en realidad una unidad de APP— dentro del gobierno para supervisar la implementación de las APP. En Qatar, esta unidad de APP se creó bajo la autoridad del Ministerio de Comercio e Industria (MoCI). La unidad de APP del MoCi actúa como un organismo de coordinación central y un centro de experiencia para los proyectos de APP. Su función incluye trabajar con los ministerios competentes para identificar posibles proyectos de APP, asesorar sobre la viabilidad y la estructuración y ayudar a implementar políticas y contratos estandarizados. La creación de la unidad de APP ha sido clave para desarrollar la capacidad interna, ya que concentra el conocimiento en las mejores prácticas en materia de APP y en las lecciones aprendidas en los proyectos iniciales. Paralelamente, otras entidades públicas han definido sus funciones en el proceso de la APP. El Ministerio de Finanzas (MoF) desempeña un papel crucial, especialmente en los aspectos financieros y de aprobación. Según el marco de Qatar, cuando un ministerio o una agencia quiere iniciar una asociación público-privada, debe coordinarse con el Ministerio de Hacienda para su aprobación «en principio» y la orientación política. El Ministerio de Hacienda evalúa las implicaciones fiscales, se asegura de que el proyecto se ajuste a los planes de inversión nacionales y, a menudo, proporciona garantías o compromisos de pago para los contratos de APP a largo plazo. En el emblemático programa de APP para escuelas, por ejemplo, el Ministerio de Finanzas es responsable de garantizar los pagos por disponibilidad a los operadores de escuelas privadas y de emitir directrices sobre políticas en materia de APP, mientras que el Ministerio de Educación supervisa la parte académica. Esta delimitación garantiza que las obligaciones financieras de las APP sean transparentes y estén respaldadas por el estado, lo cual es vital para la confianza de los prestamistas.
El ciclo de los proyectos de APP de Qatar implica varios controles y aprobaciones para mantener la transparencia. Según la Ley de APP, una entidad pública (por ejemplo, un ministerio) identifica primero un proyecto adecuado para la APP y prepara una propuesta preliminar. Esta solicitud se presenta al Ministro de Comercio e Industria para su aprobación inicial. Una vez aprobado, se elaboran un estudio de viabilidad detallado y un informe del proyecto, que luego deben ser aprobados por el Primer Ministro por recomendación del ministro correspondiente. Esta investigación de alto nivel garantiza que solo se lleven a cabo proyectos bien justificados. Tras el visto bueno del Primer Ministro, se forma un comité de proyecto para gestionar la licitación, lo que incluye la preparación de los documentos de licitación, los borradores de los contratos y la evaluación de las ofertas. Todas las licitaciones de APP deben publicarse abiertamente (en los medios de comunicación locales e internacionales o en los sitios web oficiales de contratación) para fomentar la competencia. La ley establece los principios de transparencia, libre competencia e igualdad de oportunidades en la selección de los licitadores, y estipula que la oferta ganadora debe ofrecer la mejor relación calidad-precio y cumplir con los estándares requeridos. En particular, la ley de APP de Qatar no discrimina entre los inversores locales y extranjeros: permite explícitamente la propiedad extranjera del 100% en los proyectos de APP (de conformidad con la ley de liberalización de la IED más amplia de 2019 de Qatar, que permite la plena propiedad extranjera en la mayoría de los sectores). Esta disposición de igualdad de trato hace que el programa de APP de Qatar sea atractivo para las empresas internacionales, ya que pueden presentar ofertas para proyectos de forma independiente o en asociación con empresas locales sin necesidad de crear empresas conjuntas obligatorias. Se alinea con el objetivo de Qatar de atraer al país capital y expertos extranjeros.
En cuanto a las instituciones sectoriales específicas, Qatar aprovecha las agencias públicas existentes para implementar asociaciones público-privadas en sus dominios. Por ejemplo, Ashghal (la Autoridad de Obras Públicas) es una entidad fundamental: es la autoridad contratante de muchas APP de infraestructura, como carreteras, edificios públicos y sistemas de drenaje. Ashghal ha tomado la iniciativa en proyectos como el PPP para escuelas (que se encarga de la supervisión de las adquisiciones y la construcción) y el PPP para la planta de aguas residuales de Al Wakrah y Al Wukair. Su experiencia técnica en el suministro de infraestructuras se está combinando con modelos de contratación de APP para garantizar que los proyectos estén bien especificados y supervisados. Del mismo modo, Kahramaa (Corporación General de Electricidad y Agua de Qatar) tiene una larga experiencia en asociaciones con el sector privado para proyectos de energía y desalinización. Kahramaa actúa como compradora (compradora de electricidad y agua) en proyectos de energía independientes y seguirá haciéndolo en el caso de nuevos proyectos energéticos basados en la colaboración público-privada, como las plantas solares. Otras entidades, como el Ministerio del Municipio, están fomentando las asociaciones público-privadas en sus sectores; por ejemplo, el Ministerio del Municipio lanzó el portal de inversiones «Foras» para promover la participación privada y la colaboración público-privada en las iniciativas de gestión y reciclaje de residuos. También está la Autoridad de Zonas Francas de Qatar (QFZA), que en los últimos años licitó proyectos como parques logísticos y almacenes en régimen de APP (BOT) a promotores privados. Estos proyectos de zonas económicas especiales asignan terrenos estatales a empresas privadas para construir y operar instalaciones (por ejemplo, 2 millones de metros cuadrados de espacio de almacenamiento) a cambio de la prestación de servicios, otra modalidad de APP que Qatar ha utilizado para impulsar la actividad económica.
La Ley de APP mejora aún más el marco al introducir disposiciones favorables a los inversores. Por ejemplo, permite el arbitraje internacional en los contratos de APP, lo que constituye una garantía clave para los prestamistas y los inversores extranjeros (aunque las características específicas de los centros de arbitraje se determinan caso por caso). También permite varios modelos de pago: al socio privado se le puede pagar mediante pagos del gobierno (pagos de disponibilidad) o mediante comisiones de usuario, según la naturaleza del proyecto, y la ley permite al gobierno proporcionar apoyo financiero o garantías cuando sea necesario para garantizar la bancarización. En el contexto del PPP para el tratamiento de aguas residuales, la presencia del Primer Ministro en la ceremonia de firma y las declaraciones enfatizaron el compromiso del gobierno de asociarse «codo a codo» con el sector privado y la confianza en la capacidad de las empresas privadas para ejecutar proyectos vitales. Este respaldo de alto nivel forma parte del enfoque institucional de Qatar: un mensaje claro de los principales líderes en el sentido de que las APP son bienvenidas y respaldadas. Esta voluntad política, combinada con los procesos formales de la ley de APP, crea un entorno relativamente sólido para las APP. Según un análisis realizado por Oxford Business Group, las nuevas leyes sobre las APP y la IED tienen por objeto «acelerar la cartera de proyectos del país durante la próxima década», atrayendo la inversión extranjera y haciendo de la APP una práctica habitual.
En resumen, el marco de APP de Qatar se basa en tres pilares: una ley integral de APP (que proporciona una estructura legal y un proceso de contratación), instituciones empoderadas (la unidad de APP del MoCI, la supervisión del Ministerio de Hacienda y agencias sectoriales como Ashghal y Kahramaa que implementan proyectos) y un fuerte apoyo político alineado con la estrategia nacional. En conjunto, estos elementos dan a Qatar uno de los entornos de APP más estructurados del CCG, comparable a los marcos observados en los Emiratos Árabes Unidos, Omán y Arabia Saudí, que también modernizaron sus leyes de APP en la última década. Para los inversores y contratistas, esto significa que Qatar ofrece una hoja de ruta clara para participar en proyectos de APP, con reglas definidas, competencia leal y respaldo estatal. En las siguientes secciones se profundizará en cómo se aplica este marco en los diferentes sectores y qué proyectos y oportunidades están surgiendo como resultado.
4. Desarrollos sectoriales de las APP en Qatar
Con las bases legales e institucionales establecidas, Qatar ha estado promoviendo las iniciativas de APP en una variedad de sectores. A continuación, examinamos las tendencias, los proyectos clave y las oportunidades en los principales ámbitos de actividad: el transporte, la energía, el agua y los residuos, la infraestructura social (educación y atención médica) y el turismo y la hostelería. Cada sector tiene sus impulsores y ejemplos únicos, pero todos reflejan la estrategia más amplia de Qatar de asociarse con el sector privado para lograr los objetivos de desarrollo.
4.1. PPP del sector del transporte
En el sector del transporte, Qatar se encuentra en una fase inicial de aprovechamiento de las APP, pero el potencial se extiende a las autopistas, el transporte público, los puertos y los aeropuertos. A diferencia de algunos vecinos, Qatar aún no ha licitado grandes proyectos de APP para carreteras o ferrocarriles; muchas inversiones importantes en transporte (por ejemplo, el metro de Doha, la ampliación del aeropuerto internacional de Hamad y la construcción de nuevas autopistas) fueron financiadas por el gobierno en vísperas de la Copa del Mundo. Sin embargo, de cara al futuro, Qatar está explorando modelos de APP en áreas específicas de la infraestructura de transporte para mejorar los servicios y reducir los costos públicos. Por ejemplo, las autoridades han determinado que los aparcamientos son un área propicia para las concesiones de APP. Desarrollar aparcamientos de varios niveles en centros urbanos concurridos (Doha, West Bay, etc.) mediante asociaciones público-privadas permitiría a los inversores privados financiar, construir y operar estas instalaciones (obteniendo ingresos de las tarifas de estacionamiento) y, al mismo tiempo, abordar la congestión urbana sin necesidad de gastar capital por parte del gobierno. Del mismo modo, Qatar está estudiando la viabilidad de las APP para los sistemas de transporte público. Un ejemplo es la operación del metro de Doha y del tranvía de Lusail, actualmente gestionados por un consorcio privado mediante un contrato de operaciones a largo plazo, que es una forma de asociación público-privada en funcionamiento. Las futuras ampliaciones del metro o la introducción de nuevas redes de autobuses podrían incluir elementos de APP, en los que las empresas privadas inviertan en material rodante o infraestructura de depósitos y presten servicios en virtud de contratos basados en el rendimiento. Las ampliaciones previstas en la segunda fase del metro y cualquier enlace ferroviario interurbano (como una posible conexión ferroviaria con Arabia Saudí o Bahréin) son oportunidades en las que Qatar podría considerar la posibilidad de adoptar modelos de construcción, explotación y transferencia para compartir los costes y los riesgos con socios privados.
En lo que respecta a las carreteras y autopistas, la bien desarrollada red de carreteras de Qatar podría generar asociaciones público-privadas centradas en los servicios. Por ejemplo, el concepto de áreas de servicio o paradas de descanso de propiedad privada (un modelo que se está implantando en Arabia Saudí) podría aplicarse a las carreteras de Qatar. A una empresa privada se le podría conceder en concesión un área de descanso para financiar mejoras (gasolineras, restaurantes, recarga de vehículos eléctricos, etc.) y operarla, lo que mejoraría las comodidades para los viajeros sin costo directo para el gobierno. Del mismo modo, las asociaciones público-privadas en las carreteras de peaje son otro modelo utilizado a nivel mundial que Qatar podría considerar si alguna vez decidiera introducir autopistas o puentes de peaje. Si bien actualmente las carreteras de Qatar son gratuitas, en un proyecto futuro, como la construcción de una calzada que lleve a Bahréin, que se ha discutido desde hace mucho tiempo, o la construcción de una nueva autopista importante, se podría evaluar la posibilidad de conceder un peaje mediante APP para financiar su construcción. El sector portuario de Qatar cuenta con cierta participación privada (por ejemplo, los operadores de terminales internacionales en el puerto de Hamad), pero la mayor parte de la infraestructura portuaria está desarrollada por el Estado. Sin embargo, si Qatar busca ampliar las instalaciones portuarias o las zonas logísticas, podría conceder ciertas operaciones a empresas privadas. Por último, en el sector de la aviación, el aeropuerto internacional de Hamad se ha ido expandiendo con fondos del gobierno, pero es posible que Qatar acabe involucrando a socios privados estratégicos en instalaciones aeroportuarias específicas (terminales de carga, urbanizaciones aeroportuarias, etc.), como se ha visto en otros lugares de la región.
En general, si bien la cartera de APP de transporte de Qatar es actualmente limitada en comparación con la de sus homólogos del Golfo, existe un claro interés en movilizar capital privado para los servicios y comodidades de transporte. Hasta ahora, el gobierno se ha centrado en garantizar que los megaproyectos existentes (como el metro) funcionen con éxito; a medida que esto se estabiliza, la atención se centra en las mejoras graduales a través de la colaboración público-privada. Para los inversores, esto significa vigilar a las autoridades de transporte de Qatar (el Ministerio de Transporte y Ashghal) para que puedan participar en licitaciones piloto de APP en áreas como el estacionamiento, los sistemas de autobuses públicos (tal vez contratando rutas a operadores privados) y la infraestructura de transporte auxiliar. Estas asociaciones público-privadas a menor escala pueden generar experiencia y confianza que, en última instancia, pueden desembocar en la creación de empresas más grandes. El precedente de la APP del aeropuerto de Medina en Arabia Saudí es instructivo: comenzó como la primera APP aeroportuaria de la región y ha demostrado ser un éxito, alentando a otros. Qatar podría seguir un camino similar: empezar con proyectos de APP gestionables en el sector del transporte, probar el concepto y, después, ampliarlos a proyectos de mayor envergadura cuando estén listos.
4.2. PPP del sector energético (energía eléctrica y energía renovable)
El sector energético de Qatar lleva mucho tiempo implicando asociaciones privadas, principalmente a través de los modelos de productor independiente de energía (IPP) e independiente de agua y energía (IWPP). Durante décadas, Qatar (como la mayoría de los estados del CCG) se ha basado en los acuerdos del IPP para construir grandes centrales eléctricas: consorcios privados construyen y operan instalaciones de energía (y desalinización) y la empresa de servicios públicos de Qatar (Kahramaa) compra la producción mediante contratos a largo plazo. Este modelo, aunque tradicionalmente no se llama «APP», es básicamente un PPP en el sector eléctrico y se ha utilizado en proyectos importantes, como las centrales eléctricas de Ras Laffan y Mesaieed. La novedad es que, en el marco del programa formal de APP, Qatar está ampliando estas asociaciones, centrándose especialmente en la energía renovable y los proyectos innovadores en línea con los objetivos de sostenibilidad. Un ejemplo emblemático es la planta solar fotovoltaica de Al Kharsaah, el primer proyecto de energía solar a gran escala de Qatar. En enero de 2020, un consorcio dirigido por la francesa TotalEnergies y la japonesa Marubeni se adjudicó el contrato para desarrollar esta planta solar de 800 MW en régimen de arranque. Según el acuerdo de 25 años, los desarrolladores privados financiaron y construyeron el parque solar y lo explotarán, y la propiedad se transferirá a Kahramaa al final del plazo. El proyecto entró en operación comercial en 2022, suministrando electricidad limpia a la red y marcando la entrada de Qatar en las APP de energía renovable. El éxito de Al Kharsaah, logrado mediante licitaciones competitivas y que se tradujo en una de las tarifas solares más bajas de la región, ha sentado las bases para más IPP solares. De hecho, Qatar tiene previsto aumentar considerablemente su capacidad solar de aquí a 2030, y la colaboración público-privada será el vehículo para conseguirlo (probablemente mediante varias plantas solares más que se licitarán en los próximos años).
Además de la energía solar, Qatar está estudiando otras iniciativas de APP relacionadas con la energía. Un área es la eficiencia energética y los servicios públicos inteligentes. Por ejemplo, la modernización del alumbrado público con tecnología LED podría realizarse mediante el modelo de una empresa de servicios energéticos (ESCO), una forma de asociación público-privada en la que una empresa privada mejora la infraestructura (como el alumbrado público) y se paga con los ahorros en los costos de energía. Estos proyectos tienen precedentes en la región (la APP de alumbrado público Noor de Abu Dabi) y se alinean bien con la campaña de sostenibilidad de Qatar. La conversión de residuos en energía es otra oportunidad intersectorial que une la gestión de energía y residuos: el Ministerio Municipal de Qatar ha expresado su interés en las instalaciones avanzadas de conversión de residuos en energía. Si se optara por una planta de conversión de residuos en energía (para convertir los residuos municipales en electricidad) casi con toda seguridad se estructuraría como una asociación público-privada, dados los altos costos de capital y los conocimientos especializados que se requieren: las empresas privadas construirían y operarían la planta, venderían la energía a la red y, posiblemente, recibirían propinas por los residuos. Esto contribuiría tanto a los objetivos de producción de energía renovable como a los de reducción de residuos de Qatar. Desde el punto de vista de la energía convencional, las necesidades de Qatar se satisfacen relativamente con la capacidad existente, pero cualquier nueva central eléctrica o planta desalinizadora alimentada con gas (para apoyar el crecimiento de la población o la expansión industrial) probablemente seguirá utilizando el modelo IWPP, que ya ha demostrado ser probado, con desarrolladores privados a cargo de las adquisiciones de Kahramaa.
Vale la pena señalar que la incursión de Qatar en las asociaciones público-privadas para proyectos energéticos innovadores refleja una tendencia regional. Del mismo modo que Arabia Saudí está realizando una colaboración público-privada para un gigantesco proyecto de hidrógeno ecológico, Qatar también podría considerar la posibilidad de establecer asociaciones público-privadas para proyectos vanguardistas, como la producción de hidrógeno o las instalaciones de captura de carbono, en asociación con empresas internacionales. QatarEnergy (la empresa estatal de petróleo y gas) suele formar empresas mixtas con grandes empresas para proyectos iniciales; si Qatar busca una infraestructura de energía limpia o posterior, las asociaciones público-privadas con consorcios privados podrían ser una opción. La ventaja clave del sector energético es que Qatar tiene un crédito sólido y un solo comprador (Kahramaa) con un sólido historial de pagos, lo que hace que la financiación de las APP de energía en Qatar tenga un riesgo relativamente bajo para los bancos, como lo demuestra la sobresuscripción de financiación de proyectos en IPP comparables del CCG. Tanto los bancos locales como QNB como los prestamistas internacionales se sienten cómodos concediendo préstamos para este tipo de proyectos debido a los predecibles acuerdos de adquisición a largo plazo.
En resumen, el panorama de las APP energéticas en Qatar se caracteriza por la continuidad (se mantienen IPP para la energía y el agua convencionales) y el nuevo crecimiento de las energías renovables. El proyecto solar de Al Kharsaah demostró la capacidad de Qatar para ejecutar con éxito una APP renovable. Sobre esa base, se espera que el país publique más licitaciones para alcanzar sus objetivos de energía limpia (por ejemplo, plantas solares para abastecer los estadios de la Copa Mundial de 2022 y las nuevas zonas industriales). Para los inversores y contratistas en el ámbito de la energía, Qatar ofrece oportunidades tanto en proyectos a escala de servicios públicos como en planes distribuidos potencialmente más pequeños (como instalaciones solares, conversión de residuos en energía, etc.). Dado que la ley de APP proporciona una estructura formal, estos proyectos se benefician de una contratación transparente y del apoyo gubernamental, lo que convierte al sector energético de Qatar en una perspectiva atractiva para la inversión en APP, especialmente para las empresas especializadas en la energía solar, la conversión de residuos en energía y otras tecnologías sostenibles.
4.3. PPP del sector del agua y los residuos
El sector del agua, que abarca tanto el suministro de agua (desalinización) como la gestión de las aguas residuales, es una de las áreas más activas para las APP en Qatar, ya que se basa en el legado de participación privada en los servicios públicos. Históricamente, Qatar, al igual que sus vecinos, invirtió mucho en plantas desalinizadoras para proporcionar agua potable. Muchas de ellas se implementaron como parte de las IWPP (integradas a las centrales eléctricas) en las que participaron socios privados y empresas de servicios públicos extranjeras. De ahora en adelante, se espera que prácticamente todas las nuevas grandes infraestructuras hídricas de Qatar utilicen modelos de APP para aprovechar la financiación y la experiencia privadas, alineándose con los objetivos de sostenibilidad y eficiencia del país. En lo que respecta a las aguas residuales, Qatar ha dado un paso importante con la planta de tratamiento de aguas residuales (STW) de Al Wakrah y Al Wukair, que es el primer proyecto de tratamiento de aguas residuales del país en el marco de una APP. Adjudicado en 2022 a un consorcio dirigido por Metito (una empresa de agua con sede en los Emiratos Árabes Unidos) junto con Al Attiyah Holdings (Qatar) y Gulf Investment Corporation (un fondo de inversión del CCG), este proyecto implica el diseño, la construcción, la financiación y la operación de una nueva planta de tratamiento de aguas residuales por un plazo de 25 años. El STW tendrá una capacidad inicial de 150 000 m³/día para atender a las comunidades en crecimiento del sur de Doha, y puede ampliarse en el futuro. Esta APP no solo aporta una inversión de aproximadamente 1500 millones de dólares, sino que también introduce una tecnología avanzada de tratamiento de aguas residuales con la eficiencia del sector privado. Fundamentalmente, el proyecto está estructurado de manera que, tras el período de concesión, la instalación se devuelva a Ashghal (la autoridad de obras públicas), garantizando así la propiedad pública a largo plazo del activo. El éxito de este acuerdo, al atraer ofertas competitivas y lograr un cierre financiero con una combinación de bancos regionales e internacionales, ha allanado el camino para la creación de más asociaciones público-privadas en el ámbito del agua y las aguas residuales.
El gobierno de Qatar ha anunciado que mediante la APP se construirán más plantas de tratamiento de aguas residuales (STP) y, posiblemente, instalaciones de reutilización del agua. Estas son esenciales para gestionar las aguas residuales de una población en crecimiento y para tratar el agua y reutilizarla en el riego o la industria, lo que está relacionado con los objetivos ambientales de Qatar. De hecho, la APP STW de Al Wakrah/Wukair está explícitamente vinculada a la Visión 2030 de Qatar para la gestión del agua, ya que ayudará a «racionalizar el consumo de agua y fomentar el uso de recursos hídricos no convencionales» (es decir, agua reciclada). Los proyectos futuros podrían incluir la mejora de las principales plantas de tratamiento de aguas residuales de Doha o la construcción de nuevas plantas para ampliar los suburbios, todo ello utilizando el modelo de APP de diseño-construcción-financiación-operación. Además, Qatar ha estado desarrollando enormes depósitos de almacenamiento de agua para mejorar su seguridad hídrica estratégica. Si bien la primera fase de estos embalses se adquiría tradicionalmente, cualquier expansión o nueva solución de almacenamiento podría considerar la posibilidad de establecer asociaciones público-privadas (por ejemplo, contratar a empresas privadas para construir y mantener los embalses a cambio de pagos por disponibilidad).
En el ámbito de la gestión de residuos sólidos, Qatar aboga por impulsar una economía circular y mejorar la infraestructura de procesamiento de residuos. El país ya cuenta con un gran centro de gestión de residuos sólidos domésticos (DSWMC) que incinera los residuos para generar energía (unos 30 MW), lo que convierte a Qatar en el primer país del CCG en implementar la conversión de residuos en energía a gran escala. De cara al futuro, las APP podrían utilizarse para ampliar la capacidad de tratamiento de residuos e introducir nuevas tecnologías. El Ministerio del Municipio se ha fijado objetivos para aumentar drásticamente el reciclaje (con el objetivo de lograr una tasa de reciclaje de residuos municipales del 15%) y eliminar los vertederos insalubres para 2030. Para lograrlo, han abierto oportunidades para las empresas privadas: por ejemplo, se han asignado 153 parcelas a proyectos de reciclaje del sector privado en relación con diversos flujos de residuos. Si bien se trata de inversiones más sencillas (arrendamiento de terrenos a empresas de reciclaje), las instalaciones integradas de residuos más grandes pueden consistir en concesiones de APP. Un ejemplo: Qatar está estudiando la posibilidad de construir nuevas plantas de conversión de residuos en energía (que podrían convertir residuos no reciclables en electricidad o incluso producir RDF (combustible derivado de residuos) para las plantas de cemento, y es probable que estas instalaciones se desarrollen mediante APP, dada la complejidad técnica. Los consorcios privados con experiencia en materia de energía residual (incluidas las empresas internacionales de gestión de residuos) construirían y operarían estas plantas, con modelos de ingresos basados en las tarifas de venta de energía y procesamiento de residuos.
Otro campo relacionado son los servicios ambientales, como la recolección de residuos sólidos y la gestión de vertederos. Los municipios de Qatar ya han contratado a contratistas privados para la recolección de residuos en algunas áreas. Ampliar esta política a una asociación público-privada implicaría establecer contratos a largo plazo en los que una empresa invirtiera en flotas y sistemas para recolectar residuos en toda la ciudad, tal vez junto con la operación de centros de clasificación, básicamente un servicio público delegado a una entidad privada con arreglo a normas de rendimiento. De hecho, el Ministerio del Municipio está avanzando en esta dirección, ya que recientemente ha adjudicado varios contratos de transferencia de residuos y gestión de vertederos a empresas privadas para aumentar la eficiencia. Es posible que no todos puedan calificarse de APP en sentido estricto (algunos pueden ser contratos de servicios a más corto plazo), pero indican una tendencia más amplia a la participación del sector privado en la gestión de residuos.
En resumen, las APP relacionadas con el agua y los residuos en Qatar siguen una trayectoria ascendente. Las apremiantes necesidades del país en materia de suministro sostenible de agua y tratamiento moderno de residuos, combinadas con sus compromisos políticos, hacen que este sector sea particularmente atractivo para las soluciones de APP. La exitosa adquisición de más de 40 proyectos de APP para el sector del agua en Arabia Saudí ha sentado un precedente regional que Qatar puede emular, adaptándolo a las condiciones locales. Los inversores especializados en infraestructuras hidráulicas —como las empresas mundiales de agua y los fondos de infraestructura— considerarán que las próximas licitaciones de Qatar son de interés, especialmente si se tiene en cuenta la sólida situación crediticia del país, que mitiga el riesgo de ingresos (por ejemplo, Kahramaa pagará de forma fiable la producción de agua y el gobierno financiará las tarifas de tratamiento de aguas residuales). Mientras tanto, las autoridades qataríes se benefician de la innovación privada, como lo demuestra la participación de Metito, que aporta décadas de experiencia al nuevo STW. Como resultado, se espera que las APP en este sector no solo generen nuevas capacidades, sino también mejores resultados ambientales (reciclaje del agua, reducción de residuos) y la transferencia de conocimientos a los equipos locales. Ahora que ya hay una importante APP en marcha, no hay duda de que habrá más anuncios de APP en el sector de las aguas residuales (quizás la ampliación de la STP de Doha Norte) y, posiblemente, la primera APP dedicada a la conversión de residuos en energía en el Golfo, que Qatar está bien posicionado para ser pionero, dada la pronta adopción de la tecnología WTE en el DSWMC.
4.4. Asociaciones público-privadas de infraestructura social: educación y salud
Quizás el avance más innovador del programa de APP de Qatar haya sido la extensión del modelo a la infraestructura social, especialmente a la educación y (en menor medida hasta ahora) a la atención médica. Estos sectores reflejan directamente el pilar del desarrollo humano de la Visión Nacional 2030 de Qatar, y el uso de las APP en este caso refleja una estrategia para mejorar los servicios públicos con el capital y la eficiencia del sector privado. Las APP educativas despegaron con el lanzamiento del Programa de Desarrollo Escolar de Qatar, cuyo objetivo es ofrecer 45 nuevas escuelas públicas a través de asociaciones público-privadas por fases. Se trató de una iniciativa audaz, que convirtió a Qatar en uno de los primeros países de la región en aplicar a gran escala las APP en el sector educativo (siguiendo una trayectoria similar a la del PPP para escuelas piloto de Abu Dabi y al reciente programa de APP para escuelas de Arabia Saudí). La primera fase, como se ha mencionado, involucró a 8 escuelas (paquete 1), que se adjudicó a finales de 2020 a un consorcio dirigido por un promotor privado qatarí. En virtud del acuerdo de colaboración público-privada de 25 años de duración, el socio privado financia y construye las escuelas, luego las mantiene y se encarga de la gestión de las instalaciones, mientras que el gobierno (el Ministerio de Educación y Ministerio de Hacienda) realiza pagos anuales por disponibilidad para garantizar que las instalaciones se mantengan en un nivel alto. Este modelo permite al Ministerio de Educación centrarse en su función principal (enseñanza y plan de estudios) y, al mismo tiempo, subcontratar la entrega y el mantenimiento de los edificios escolares a especialistas. A mediados de 2022, esas primeras 8 escuelas estaban terminadas y abiertas a los estudiantes, lo que demuestra la viabilidad del modelo.
Alentado por este éxito, Qatar pasó a las fases siguientes. El segundo paquete de escuelas (otro lote de escuelas, según se informa, también ocho) se licitó y, en 2024, se adjudicó. Ashghal y una empresa local, Urbacon, firmaron un acuerdo para la construcción de estas nuevas escuelas bajo el modelo de APP. El programa continuará hasta que se entreguen las 45 escuelas (probablemente en 4 paquetes). Las escuelas del PPP están repartidas por todo Qatar y ofrecen instalaciones educativas modernas y bien equipadas para decenas de miles de estudiantes. Para Qatar, este enfoque aborda la necesidad de ampliar la infraestructura educativa sin depender únicamente del gasto de capital público; también garantiza que el mantenimiento esté garantizado durante toda la vigencia del contrato, evitando el deterioro de las instalaciones. Los consorcios privados, que suelen incluir empresas de construcción, operadores de mantenimiento y, posiblemente, empresas de servicios educativos, han mostrado un gran interés en estos proyectos, lo que indica un gran interés por parte del mercado. Las APP educativas también contribuyen a la diversificación económica al involucrar a los contratistas e inversores locales en una nueva clase de activos (infraestructura social), ampliando su experiencia más allá del sector inmobiliario tradicional.
En lo que respecta a la atención de la salud, Qatar aún no ha cerrado ninguna asociación público-privada importante, pero está estudiando activamente las oportunidades. El sistema sanitario de Qatar está muy desarrollado, con hospitales públicos de primer nivel (por ejemplo, la red de Hamad Medical Corporation) y un sector hospitalario privado en crecimiento. El gasto en salud del gobierno es el más alto per cápita del CCG, y continúa invirtiendo en nuevas instalaciones y servicios. Este aumento de la demanda y los costos hacen que sea un argumento convincente para explorar las asociaciones público-privadas para ciertos proyectos de salud, como nuevos hospitales, clínicas o laboratorios especializados, en los que el sector privado puede aumentar la eficiencia. El modelo de APP podría usarse, por ejemplo, para diseñar, construir y mantener un nuevo hospital, con el paso del tiempo pagando el gobierno (y posiblemente el operador privado que preste los servicios no clínicos). Esto es similar a las asociaciones público-privadas de los hospitales del NHS en el Reino Unido o a las concesiones hospitalarias en Turquía. Si bien aún no se ha finalizado ninguna asociación público-privada hospitalaria de este tipo en Qatar, las autoridades han destacado públicamente que la sanidad es un sector propicio para la inversión en este tipo de asociaciones
. Los posibles proyectos podrían incluir un gran hospital general en una zona desatendida, una red de centros de atención primaria o incluso servicios auxiliares, como centros de diálisis o el aprovisionamiento de equipos médicos en virtud de contratos de colaboración público-privada. La consideración clave será mantener la calidad y la accesibilidad de la atención, lo que significa que cualquier APP se estructuraría con indicadores de desempeño estrictos y probablemente mantendría los servicios clínicos bajo la supervisión del gobierno (o los prestaría personal gubernamental en un centro de construcción privada).
Otra área de la infraestructura social es la vivienda, en particular la vivienda que satisface las necesidades públicas (como la vivienda asequible o el alojamiento para trabajadores). Hasta ahora, Qatar no ha necesitado un programa formal de APP para viviendas asequibles (como, por ejemplo, Bahrein ha hecho con las viviendas sociales), pero ha emprendido proyectos como la remodelación del centro de Msheireb mediante un enfoque cuasi-PPP con un promotor estatal e inversores privados. Si en el futuro Qatar decidiera involucrar a promotores privados en la construcción masiva de viviendas para ciudadanos o trabajadores expatriados (a fin de garantizar los estándares de calidad), podrían aplicarse los marcos de las APP. Por ahora, la educación y la atención médica siguen siendo el centro de las ambiciones sociales de Qatar en materia de APP.
Las tendencias y oportunidades en este ámbito son importantes. Las asociaciones público-privadas centradas en la educación en Qatar podrían expandirse más allá de las escuelas y convertirse en universidades o institutos técnicos; por ejemplo, una asociación público-privada para desarrollar un nuevo campus o alojamiento para estudiantes. También hay margen para la colaboración público-privada en los servicios operativos, como el transporte escolar o la tecnología (algunos países cuentan con asociaciones público-privadas de infraestructura de TI para las escuelas). Mientras tanto, las asociaciones público-privadas del sector sanitario podrían empezar con proyectos piloto más pequeños, como un centro de diagnóstico o un hospital especializado único, para probar el modelo. Para el sector privado, estas APP sociales en Qatar representan una oportunidad de participar en contratos a largo plazo respaldados por el gobierno en un entorno estable, con beneficios razonables y el prestigio de contribuir a los objetivos nacionales de desarrollo. Es un perfil de riesgo diferente al de los proyectos basados en la demanda: el gobierno suele ser el pagador mediante pagos por disponibilidad, lo que reduce el riesgo de mercado pero hace hincapié en el rendimiento de la prestación de servicios.
En conclusión, Qatar es pionero en la creación de asociaciones público-privadas en materia de infraestructura social en la región, solo superado por unas pocas iniciativas en los estados vecinos. Al hacerlo, subraya su compromiso con la innovación en la prestación de servicios públicos. Como se señaló en un análisis regional, los Emiratos Árabes Unidos y otros países están siguiendo de cerca el gran impulso de Arabia Saudí a favor de las APP sociales (escuelas, hospitales) (puede encontrar más información sobre las APP en Arabia Saudí aquí). Del mismo modo, la experiencia de Qatar proporcionará valiosas lecciones. Si estas APP siguen ejecutándose correctamente, los ciudadanos qataríes se beneficiarán de escuelas y hospitales de alta calidad que se entreguen a tiempo y se mantengan de acuerdo con las normas internacionales, mientras el gobierno gestiona su carga fiscal y estimula el crecimiento del sector privado. Ese resultado equilibrado es precisamente lo que las APP pretenden lograr en el ámbito social.
4.5. Las asociaciones público-privadas del turismo y la hostelería (y otras áreas emergentes)
El turismo y la hostelería se han convertido en sectores estratégicos para la diversificación de Qatar, especialmente tras la exposición mundial provocada por la Copa Mundial de la FIFA 2022. Qatar tiene como objetivo aumentar la contribución del turismo al PIB (con un objetivo del 12 al 15% para 2030) y atraer hasta 7 millones de turistas al año de aquí a 2030. Lograr esto requerirá un desarrollo sustancial de hoteles, centros turísticos, instalaciones de entretenimiento e infraestructura relacionada. Si bien gran parte del sector hotelero mundial está impulsado por la inversión privada (empresas hoteleras que construyen y operan hoteles), el gobierno de Qatar está utilizando varios incentivos y modelos de asociación para catalizar el crecimiento en esta área. En algunos casos, esto incluye acuerdos tipo APP sobre terrenos de propiedad estatal o empresas conjuntas entre entidades públicas y promotores privados para crear activos turísticos.
Por ejemplo, Qatar Tourism (el organismo nacional de turismo) podría ofrecer terrenos o coinversiones para el desarrollo de complejos turísticos mediante la modalidad de construcción, explotación y transferencia, es decir, una asociación público-privada en la que una empresa privada diseña y gestiona un complejo turístico durante un período antes de volver a transferirlo. Esto podría resultar útil para proyectos que no sean inmediatamente viables desde el punto de vista comercial, pero que tengan un valor estratégico, como los complejos turísticos en las costas menos desarrolladas o los parques temáticos que necesitan apoyo inicial. Las asociaciones público-privadas del sector hotelero también pueden implicar la subcontratación de la gestión de los sitios turísticos públicos a especialistas privados. Por ejemplo, un sitio o museo patrimonial podría ser administrado por un operador privado que invierta en instalaciones para visitantes y administre el sitio, compartiendo los ingresos con el gobierno. Qatar tiene una serie de instalaciones culturales y deportivas (estadios de la Copa del Mundo, centros de exposiciones, etc.) que podrían contar con asociaciones de este tipo para garantizar su utilización y la generación de ingresos durante todo el año.
Un área concreta de participación tipo APP es la infraestructura deportiva y de entretenimiento. Qatar sigue siendo sede de eventos internacionales (carreras de Grand Prix, torneos de tenis, etc.) y planea construir nuevas instalaciones, como pistas de carreras o centros de convenciones. El gobierno puede contratar a consorcios privados para construirlos con acuerdos que garanticen su funcionamiento a largo plazo. El precedente podría ser la mejora del Circuito Internacional de Lusail (pista de F1), en la que se contrató a una empresa privada, o las futuras ampliaciones de las instalaciones deportivas de la Zona Aspire con financiación privada. Si bien no siempre se la denomina «APP», la estructura (inversión privada en infraestructuras de interés público con el apoyo del gobierno) se ajusta al molde.
La industria hotelera en sí misma es en gran medida privada (con muchas cadenas hoteleras internacionales presentes en Doha). Sin embargo, las asociaciones público-privadas pueden contribuir a proporcionar una infraestructura propicia para el turismo: aeropuertos, terminales de cruceros, puertos deportivos e incluso la gestión de destinos públicos y privados. Qatar está desarrollando el turismo de cruceros, por ejemplo, y se podría contratar a un operador privado para financiar y administrar una nueva terminal de cruceros o puerto deportivo en régimen de concesión. Además, los grandes proyectos turísticos, como la nueva ciudad de Lusail y el centro de Msheireb, fueron impulsados por empresas estatales (Qatari Diar y Msheireb Properties), pero involucraron a varios inversores y operadores privados, esencialmente un modelo mixto de planificación maestra pública y ejecución privada, similar a la APP proyecto por proyecto.
Además del turismo, hay un par de áreas emergentes de APP que merecen mención: seguridad alimentaria/agricultura y tecnología/ciudades inteligentes. Qatar ha hecho hincapié en la seguridad alimentaria (especialmente después de la experiencia del bloqueo de 2017 a 2020) y ha aprobado una ley sobre el almacenamiento estratégico de alimentos, que apunta a utilizar las APP para desarrollar grandes instalaciones de almacenamiento de cereales y procesamiento de productos agrícolas. Por ejemplo, se podría contratar a una empresa privada para construir y operar un almacén nacional de almacenamiento de alimentos a cambio de pagos por disponibilidad. Además, las soluciones de «ciudades inteligentes» (servicios públicos inteligentes, infraestructura de TIC) en nuevos desarrollos como Lusail pueden ofrecerse a través de asociaciones público-privadas, en las que las empresas tecnológicas instalan sistemas (contadores inteligentes, tráfico inteligente; aquí encontrará más información sobre las APP en soluciones de tráfico inteligente) y comparten sus ahorros o ingresos. Las zonas francas de Qatar han invitado a empresas privadas de logística y tecnología a invertir en infraestructuras, es decir, en colaboraciones público-privadas.
En general, en el turismo y otros sectores nuevos, es probable que Qatar utilice las APP de forma más selectiva e híbrida. Estos proyectos suelen conllevar un mayor riesgo de mercado (los ingresos de los hoteles dependen del número de turistas, por ejemplo), por lo que la colaboración público-privada pura puede ser un desafío, a menos que el gobierno ofrezca garantías o garantías de ingresos mínimos. Sin embargo, la recompensa para Qatar es significativa: al asociarse con empresas mundiales de hospitalidad y entretenimiento, Qatar puede acelerar el desarrollo de atracciones e instalaciones que lo convierten en un destino más atractivo. El legado de las instalaciones de la Copa Mundial es un buen ejemplo: los recintos de los estadios se están remodelando para incluir academias de comercio minorista, ocio y deportes, y su gestión podría implicar a socios privados. Según PwC, el turismo (hostelería) es uno de los tres principales sectores en los que se prevé invertir en APP en Qatar, junto con la sanidad y la educación. Proyectan que el turismo contribuirá con hasta 55 000 millones de dólares al PIB de aquí a 2030, lo que subraya por qué la infraestructura para apoyar a los visitantes es crucial.
Para los inversores en turismo y bienes raíces, las medidas de Qatar indican que hay oportunidades para desarrollar proyectos en colaboración con el estado. Es posible que la estructura no siempre consista en una concesión sencilla; podría tratarse de una empresa conjunta con la Autoridad de Inversiones de Qatar o de un arrendamiento a largo plazo con el gobierno. Pero, en esencia, lo que constituye una prioridad nacional es la colaboración entre los sectores público y privado para hacer crecer un sector. Mientras Qatar continúa con su campaña turística posterior a la Copa Mundial, esté atento a iniciativas como el desarrollo de zonas turísticas (por ejemplo, en la costa o en pueblos culturales), en las que se invite a los promotores privados a construir hoteles o parques temáticos según un modelo de reparto de ingresos. Estas asociaciones ayudarán a Qatar a compartir la carga financiera y a importar conocimientos internacionales para crear experiencias turísticas, a la vez que avanzarán hacia el objetivo de Visión 2030 de lograr una economía diversificada y favorable a los visitantes.
5. Financiamiento de las APP, tendencias y desafíos de la inversión
Con la expansión del programa de APP de Qatar en varios sectores, los aspectos de la financiación, la participación de los inversores y los posibles desafíos merecen un examen detenido. La buena noticia es que, hasta la fecha, los proyectos de APP de Qatar han despertado en general un gran interés por parte de financistas y desarrolladores, gracias al sólido perfil crediticio del país y a la cuidadosa estructuración de los proyectos. Sin embargo, a medida que el programa se expande en nuevas áreas, surgen desafíos que gestionar, desde garantizar una capacidad institucional suficiente hasta equilibrar los intereses de las partes interesadas nacionales e internacionales.
Tendencias de financiación: Los proyectos de APP de Qatar suelen financiarse mediante una combinación de capital aportado por los patrocinadores del proyecto (las empresas del consorcio) y deuda de los bancos para financiar proyectos sin recurso. Dada la alta calificación crediticia soberana de Qatar y las estables perspectivas económicas, los bancos consideran que las APP de Qatar son inversiones relativamente seguras, especialmente cuando están respaldadas por compromisos de pago o acuerdos de compra del gobierno. Los bancos qataríes locales —como el Banco Nacional de Qatar (QNB), el Banco Comercial y los bancos islámicos como QIB— tienen grandes balances y están dispuestos a financiar proyectos de infraestructura nacionales. Al mismo tiempo, los bancos internacionales (regionales y mundiales) están igualmente interesados en ver a Qatar como un mercado seguro para invertir capital. Por ejemplo, la financiación mediante APP del STW de Al Wakrah/Wukair contó con la participación de una combinación de prestamistas regionales, y se observó que alrededor del 50% de la financiación procedía de bancos internacionales, lo que indica un fuerte interés por parte de los prestamistas extranjeros. Con frecuencia, estas operaciones están sobresuscritas, lo que significa que más bancos quieren participar de los que necesitan, lo que fomenta tasas de interés y condiciones competitivas.
En cuanto a los instrumentos financieros, las finanzas islámicas desempeñan un papel importante (Qatar podría utilizar tramos que cumplan con la sharia en los préstamos para proyectos, dada la importancia de los bancos islámicos) junto con los préstamos convencionales. También es posible que Qatar recurra a las agencias de crédito a la exportación (ECA) para ciertos proyectos; por ejemplo, una APP de desalinización podría implicar la financiación de la ECA si utiliza tecnología importada. Además, Qatar ha discutido la posibilidad de establecer fondos de desarrollo o utilizar la Autoridad de Inversiones de Qatar para coinvertir en infraestructura; estos mecanismos pueden apoyar las APP si es necesario (de forma similar a cómo Arabia Saudí creó un Fondo Nacional de Infraestructura para cofinanciar proyectos). A medida que la financiación ecológica y sostenible gane protagonismo, las APP de Qatar que se dediquen a proyectos de energías renovables o beneficiosos para el medio ambiente podrían obtener bonos o préstamos verdes, aprovechando el atractivo de los criterios ESG.
Participación del sector privado: Hasta ahora, la lista de participantes en las APP de Qatar es diversa y va en aumento. A nivel internacional, entre los actores más destacados se encuentran TotalEnergies y Marubeni en el proyecto solar, Metito y Gulf Investment Corporation en el proyecto de alcantarillado, y es probable que muchos postores de Europa, Asia y Oriente Medio se presenten a diversas licitaciones. Los desarrolladores y operadores extranjeros aportan conocimientos especializados y, a menudo, forman consorcios con empresas qataríes para reforzar el conocimiento local y satisfacer cualquier preferencia de localización. Por ejemplo, en el caso de la APP para el tratamiento de aguas residuales, el consorcio de Metito incluía a un socio qatarí (Al Attiyah), y en las escuelas, las asociaciones público-privadas, las empresas de construcción locales y los inversores (como Darwish Engineering o Urbacon) han asumido papeles de liderazgo. El marco de APP de Qatar no exige un socio local, pero en la práctica las empresas extranjeras suelen asociarse con empresas locales para sortear el terreno regulatorio y contribuir a los objetivos de la qatarización. Este modelo, que combina la experiencia internacional con la participación local, es un sello distintivo de las APP en todo el CCG, y Qatar no es la excepción. Garantiza la transferencia de conocimientos y construye una base nacional de experiencia en materia de APP a lo largo del tiempo.
Desde el punto de vista de la inversión, tanto los inversores regionales como los nacionales están estudiando activamente las operaciones de APP de Qatar. Los inversores regionales en infraestructura (por ejemplo, fondos soberanos o grupos de inversión de Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, etc.) han mostrado interés, como lo demuestra la coinversión del GIC de Kuwait en la APP para el tratamiento de aguas residuales. Existe una forma de sinergia del CCG en la que los inversores de un país del Golfo invierten en proyectos en otro, lo que refleja su confianza en la integración del mercado regional. A nivel nacional, las grandes entidades qataríes, como Qatari Diar (conocida por sus propiedades inmobiliarias) o Qatar Insurance (por sus fondos de infraestructura), también podrían explorar la posibilidad de participar en acciones de APP a medida que el mercado madure. También hay que tener en cuenta el papel potencial de los contratistas como inversores: con frecuencia, las empresas constructoras que construyen el proyecto adquieren una participación accionaria en el instrumento de uso especial del PPP, alineando sus intereses con el éxito del proyecto a largo plazo. Esto se ha visto en las APP saudíes (empresas como Nesma o El-Seif invierten en los proyectos que construyen) y es probable que también en Qatar.
Desafíos: A pesar de la trayectoria positiva, el programa de APP de Qatar se enfrenta a varios desafíos:
- Capacidad institucional y velocidad de ejecución: A medida que Qatar despliegue más asociaciones público-privadas, los equipos e instituciones gubernamentales (la unidad de APP del MoCi, los ministerios competentes, Ashghal, etc.) se esforzarán por gestionar múltiples adquisiciones complejas de forma simultánea. Los proyectos de APP requieren estudios de viabilidad rigurosos, negociaciones de contratos, evaluaciones de riesgos y una gestión continua de los contratos. La creación de suficiente personal calificado y la coordinación interinstitucional son cruciales. El proceso establecido en la ley de APP, que implica múltiples etapas de aprobación y, al mismo tiempo, garantiza la diligencia, también puede llevar mucho tiempo. La racionalización de los flujos de trabajo y el aprendizaje de los proyectos iniciales serán fundamentales para evitar los cuellos de botella que ralentizan la tramitación. En esencia, la ampliación debe ir acompañada de la creación de capacidades, tal vez mediante la contratación de asesores, la formación y, posiblemente, la delegación de más autoridad a la unidad de APP para garantizar la eficiencia.
- Equilibrar el riesgo y la financiabilidad: Qatar debe garantizar que los contratos de APP tengan la asignación de riesgo adecuada para seguir siendo atractivos. Si el gobierno trata de transferir demasiado riesgo al sector privado (por ejemplo, un riesgo de demanda impredecible en un sector incipiente), los inversores pueden fijar precios tan altos o rehuir. Por el contrario, si el gobierno asume obligaciones excesivas (como garantizar en exceso los ingresos), podría socavar la lógica de la relación costo-beneficio. Hasta ahora, proyectos como los colegios y el STP PPP han logrado establecer estructuras equilibradas: por ejemplo, los pagos por disponibilidad de los centros educativos eliminan el riesgo de matriculación de la parte privada, lo que hace que sea financiable, mientras que las deducciones por rendimiento les permiten rendir cuentas. Mantener este equilibrio en los sectores futuros (como el de la salud, que puede ser más complejo de estructurar) será un desafío que requerirá una preparación cuidadosa de los proyectos. El requisito de la ley sobre las APP de realizar estudios exhaustivos de viabilidad y riesgo desde el principio tiene por objeto abordar este problema, pero la ejecución lo dirá.
- Riesgos económicos y de demanda: La economía de Qatar es sólida, pero el riesgo de demanda específico para cada proyecto puede ser un problema. Por ejemplo, una autopista de peaje con tecnología PPP o una terminal aeroportuaria correrían riesgos de uso. Dado el tamaño de Qatar, algunos proyectos podrían estar en el límite de su escala (no todos los proyectos son tan grandes como el NEOM de Arabia Saudí o el metro de una gran ciudad). Es importante garantizar que las APP tengan el tamaño y el momento adecuados para que los socios privados puedan obtener beneficios razonables. Es posible que el gobierno tenga que ofrecer garantías de ingresos mínimos para proyectos con una demanda incierta (como una nueva instalación turística) para atraer a los inversores. Gestionar estos pasivos contingentes de manera transparente es importante para la salud fiscal.
- Estabilidad normativa y política: Si bien Qatar es políticamente estable, cualquier programa de APP corre el riesgo de provocar cambios en las políticas o problemas de aceptación pública. Por ejemplo, la introducción de la operación privada en las escuelas u hospitales públicos puede generar preocupación entre los ciudadanos si no se comunica correctamente. Qatar tendrá que mantener a las partes interesadas (el público y el personal gubernamental) al lado de las iniciativas de APP destacando los beneficios (mejores instalaciones, sin coste adicional para los usuarios en muchos casos). Además, es fundamental garantizar que los procesos de contratación sigan siendo justos y libres de controversias; cualquier anulación de una licitación o disputa legal de alto perfil podría reducir el entusiasmo. Hasta ahora, Qatar ha logrado progresar sin grandes contratiempos, lo que se ha hecho público, lo que es una señal positiva.
- Factores del mercado global: Los factores externos, como el aumento de las tasas de interés mundiales, la inflación de los costos de construcción o los problemas de la cadena de suministro, pueden afectar a la viabilidad de las APP. Si los costos de financiación aumentan, el costo de los pagos de las APP puede aumentar, lo que podría hacer que algunos proyectos fueran menos asequibles o requerir la renegociación de las condiciones. La sólida posición financiera de Qatar ofrece cierto margen de maniobra (y posiblemente la opción de subvencionar la financiación o utilizar su riqueza soberana para financiar proyectos si es necesario), pero es necesario supervisar estos factores. Además, la competencia por los recursos (por ejemplo, si la cartera de más de 200 proyectos de APP de Arabia Saudí atrae a todos los contratistas y banqueros regionales), Qatar podría enfrentarse a un mercado más ajustado para conseguir participantes, lo que significa que debe garantizar que sus proyectos sigan siendo atractivos en comparación.
A pesar de estos desafíos, Qatar ha demostrado un enfoque proactivo para abordarlos. Un apoyo de alto nivel (como el hecho de que el Primer Ministro apruebe personalmente los proyectos) indica un respaldo político que puede ayudar a reducir la burocracia cuando sea necesario. La gestión económica prudente del país significa que puede permitirse ofrecer garantías o respaldos para garantizar que los proyectos sean financiables sin poner en peligro la estabilidad fiscal. Además, Qatar está aprendiendo de las experiencias de sus vecinos, observando lo que ha funcionado en los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Omán, etc., y adaptando su enfoque en consecuencia. Este aprendizaje regional es valioso; por ejemplo, entender cómo gestionó Omán sus primeras plantas desalinizadoras de APP o cómo Dubái estructuró su APP escolar puede servir de base para la estrategia de Qatar.
En cuanto a las tendencias de inversión, cabe esperar que Qatar siga atrayendo a una mezcla de actores de infraestructura globales y fomentando a los campeones locales. El programa de APP también es una plataforma para el crecimiento del sector privado nacional: a medida que más empresas qataríes participen y adquieran experiencia, podrían convertirse ellas mismas en actores regionales y, posiblemente, exportar su experiencia a asociaciones público-privadas en el extranjero (de forma muy parecida a la forma en que algunas empresas saudíes y de los Emiratos Árabes Unidos invierten ahora en proyectos en otros países). Para las empresas extranjeras, la combinación de un bajo riesgo soberano y un mercado de proyectos en crecimiento de Qatar resulta muy atractiva. Como prueba de ello, cuando Qatar lanzó oportunidades de colaboración público-privada, como el proyecto escolar, docenas de empresas expresaron su interés, y cuando quedan abiertas las condiciones previas para nuevos proyectos (por ejemplo, otra planta solar o una asociación público-privada para carreteras), podemos anticipar una fuerte competencia, lo que beneficiará a Qatar al mejorar los precios y la calidad.
En resumen, el entorno de financiación de las APP en Qatar es favorable y se caracteriza por la disponibilidad inmediata de capital e intereses por parte de una amplia base de inversores. La clave será mantener esta situación mediante la ejecución de proyectos piloto exitosos, lo que a su vez generará confianza y un historial. Los desafíos están presentes, pero son superables con una planificación cuidadosa y la participación de las partes interesadas. Si Qatar continúa con su trayectoria actual, reforzará su reputación como un mercado fiable de APP en Oriente Medio, superándolo quizás solo por detrás del programa saudí, mucho más amplio en escala, pero por encima de su peso en innovación y eficiencia.
6. Las APP en la Visión Nacional 2030 de Qatar y el contexto más amplio del Golfo
La adopción de las APP por parte de Qatar no se produce de forma aislada: está profundamente relacionada con la visión a largo plazo del país y está influenciada por las tendencias regionales del Golfo. La Visión Nacional 2030 de Qatar (QNV 2030) proporciona el marco general que guía el desarrollo de la nación. Se basa en cuatro pilares: el desarrollo humano, el desarrollo social, la diversificación económica y la sostenibilidad ambiental. Las APP contribuyen significativamente a cada uno de estos pilares al movilizar la inversión privada para el bien público, fomentar la innovación y permitir proyectos sostenibles. Con la QNV 2030, Qatar aspira a lograr una economía diversificada que dependa menos de los hidrocarburos, una infraestructura y servicios de primera clase para su población y una gestión ambiental responsable. Las asociaciones público-privadas son un mecanismo para acelerar el progreso hacia estos objetivos. Por ejemplo, las asociaciones público-privadas de educación y salud impulsan directamente el desarrollo humano y social al mejorar esos servicios (nuevas escuelas y, posiblemente, hospitales) sin ejercer una presión financiera total sobre el estado. Las asociaciones público-privadas de infraestructura, como el transporte y los servicios públicos, contribuyen al desarrollo económico, lo que convierte a Qatar en un lugar más eficiente para hacer negocios (mejor logística, energía y agua confiables) y ayudan a atraer la inversión extranjera en las industrias, ya que se cuenta con la infraestructura necesaria. Mientras tanto, muchos proyectos de APP se alinean con los objetivos ambientales: los proyectos de tratamiento y reciclaje de aguas residuales apoyan el uso sostenible del agua, la energía solar y la conversión de residuos en energía reducen las emisiones de carbono, e incluso consorcios privados pueden construir escuelas y hospitales eficientes según los estándares de construcción ecológica, contribuyendo a los objetivos ambientales.
Se puede observar un vínculo claro en las iniciativas nacionales: la Estrategia Nacional de Desarrollo 2018-2022 de Qatar alentó explícitamente una mayor participación del sector privado y los marcos de APP. La próxima tercera Estrategia Nacional de Desarrollo (2023-2030) mantiene ese énfasis, tal como lo indican las recientes declaraciones políticas y los proyectos lanzados (como la nueva ola de asociaciones público-privadas escolares alineadas con el calendario de 2030). Se reconoce que, para cumplir la Visión 2030, Qatar no puede depender únicamente del gasto público, sino que necesita la eficiencia, el capital y los conocimientos del sector privado. Por lo tanto, las APP están integradas como piedra angular de la planificación estratégica. Una manifestación tangible es el esfuerzo de Qatar por integrar la planificación de las APP con la planificación presupuestaria, de modo que los proyectos aptos para la APP se asignen como tales, garantizando la coherencia en la ejecución. La participación del Ministerio de Finanzas en la aprobación de las APP garantiza que los compromisos en materia de APP se tengan en cuenta en los planes fiscales a medio plazo, reflejando las prioridades de Visión 2030.
Desde una perspectiva regional, la trayectoria de Qatar en materia de APP es paralela a la de sus vecinos del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y aprende de ellos. En los últimos años, la mayoría de los estados del CCG han introducido leyes y programas de APP: Dubái (Emiratos Árabes Unidos) aprobó una ley de APP en 2015, Omán en 2019, Kuwait actualizó su marco de APP, Arabia Saudí introdujo su ley de participación del sector privado en 2021 y, por supuesto, Qatar en 2020. Esta avalancha de marcos legales muestra una tendencia regional en la que las APP se están adoptando no solo en los países con restricciones presupuestarias, sino también en los estados ricos que buscan una buena relación calidad-precio y la diversificación. La Visión 2030 de Arabia Saudí ha marcado una pauta ambiciosa, con más de 200 proyectos en trámite de APP, y su éxito o sus desafíos repercuten inevitablemente en las percepciones de la región. Qatar, si bien es mucho más pequeño en cuanto a población y escala de proyectos, se beneficia del efecto demostrativo de las APP regionales. También hay un elemento de competencia sana: por ejemplo, ver a Arabia Saudí implementar docenas de asociaciones público-privadas en las escuelas podría incitar a Qatar a ampliar su propio programa para seguir siendo un líder regional en innovación educativa. Por el contrario, Qatar ha sido pionero en ciertos proyectos (como la pronta adopción de la conversión de residuos en energía) puede servir de modelo para otros países del Golfo.
La colaboración en la región también es notable. Muchas transacciones de APP en el CCG involucran al mismo grupo de inversores y asesores internacionales. Una empresa que construya una planta desalinizadora en los Emiratos Árabes Unidos un año podría presentar una oferta por otra similar en Qatar al siguiente, gracias a su experiencia y a su rentabilidad. Los asesores legales y financieros que ayudan a la unidad de APP de Omán también podrían asesorar a los ministerios de Qatar para garantizar la transferencia de conocimientos. El resultado es una armonización gradual de las normas; por ejemplo, es probable que los contratos de APP de Qatar tengan algunas similitudes con los de los Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí en términos de asignación de riesgos, ya que todos hacen referencia a las mejores prácticas mundiales adaptadas al contexto del Golfo. Esto puede reducir los costos y la incertidumbre para los inversores, ya que pueden aplicar un modelo conocido en varios países. Vemos pruebas de esta integración regional: la autoridad del agua de Omán y el Departamento de Energía de Abu Dabi de los Emiratos Árabes Unidos contrataron a algunos de los mismos asesores que el SWPC de Arabia Saudí para las APP relacionadas con el agua, aprendiendo de su enfoque. Qatar forma parte de esta red regional, y su unidad de APP puede aprovechar los foros y asociaciones (como la Asociación Mundial de Unidades de APP, WAPPP) para compartir lecciones. De hecho, InfraPP World (la plataforma de Aninver) y otros servicios de inteligencia similares suelen tratar de manera colectiva las novedades de las APP del CCG, lo que pone de relieve la interconexión del mercado de APP de Oriente Medio.
Qatar también se beneficiará de los flujos de inversión regionales. Como se ha mencionado, los inversores del Golfo invierten cada vez más de forma transfronteriza en asociaciones público-privadas. Los proyectos de Qatar, que ofrecen rentabilidades estables, pueden atraer, por ejemplo, a un contratista saudí o a un fondo de infraestructura con sede en los Emiratos Árabes Unidos como inversores de capital. Por el contrario, los inversores o las empresas qataríes podrían unirse a consorcios en asociaciones público-privadas de otros países, aprovechando su creciente experiencia. Esto fomenta un ecosistema de APP en todo el CCG, en el que circulan el capital y la experiencia, lo que, en última instancia, aumenta la calidad de los proyectos ejecutados. Desde un punto de vista estratégico, el exitoso programa de APP de Qatar contribuye a la narrativa general de que Oriente Medio es una región dinámica y «en la que se puede invertir» en infraestructura. Como se observó en un análisis sobre las APP del Golfo, la atención se centra cada vez más en el valor y la innovación, más que en el alivio fiscal inmediato. Qatar ejemplifica este aspecto al optar por la colaboración público-privada incluso cuando tiene superávits presupuestarios derivados del GNL, lo que subraya que se trata de eficiencia y mejores resultados.
En el contexto más amplio de Oriente Medio, la experiencia de Qatar se suma a los diversos ejemplos de implementación de APP. Países como Egipto y Jordania han creado asociaciones público-privadas en los sectores de la energía y el transporte; el impulso colectivo del CCG, incluido el de Qatar, alentará aún más a las regiones vecinas a considerar la posibilidad de establecer asociaciones público-privadas. También ayuda a posicionar a Oriente Medio como un destino atractivo para los fondos mundiales de infraestructura. Ya estamos viendo cómo importantes fondos internacionales están estableciendo o ampliando sus operaciones en la región (a menudo en Dubái o Riad) para continuar con el flujo de operaciones. El entorno estable de inversiones y la cartera de inversiones de Qatar significan que estará en el radar de esos inversores, lo que garantizará que pueda recurrir a grandes reservas de capital a nivel mundial.
En resumen, las APP son parte integral de la ejecución de la Visión 2030 de Qatar, ya que impulsan al país hacia sus objetivos económicos y sociales en sinergia con el sector privado. El enfoque es holístico: no solo consiste en crear activos, sino en fomentar una «economía del conocimiento vibrante» en la que el sector privado desempeñe un papel importante en la construcción de la nación. El progreso de Qatar en materia de APP, si bien es reciente, ya está contribuyendo a mejorar los servicios de infraestructura (tanto para los ciudadanos como para las empresas) y está estableciendo un punto de referencia en ciertos ámbitos (como las APP educativas) que sus pares están observando. A nivel regional, Qatar forma parte de una ola que está cambiando la forma en que se financia y se entrega la infraestructura en el Golfo, alejándose del modelo del pasado financiado exclusivamente por el gobierno y optando por un futuro más centrado en las asociaciones. Esto no solo ayuda a compartir la carga financiera, sino que también fomenta un sector privado más dinámico, que, en última instancia, está en el centro de los objetivos de diversificación en todo el CCG.
7. Conclusión
La incursión de Qatar en las asociaciones público-privadas marca una evolución significativa en su estrategia de desarrollo. En un período relativamente corto, el país ha establecido una base sólida de APP —respaldada por la Ley de APP de 2020, un apoyo institucional específico y la alineación con los objetivos de la Visión 2030— y ha pasado de la planificación a la ejecución real de los proyectos. Las tendencias son claras: las APP en Qatar están cobrando impulso en diversos sectores y se las considera cada vez más como una opción convencional para la provisión de infraestructura, más que como un experimento novedoso. Para un país del tamaño de Qatar, la cartera de APP es impresionante y está bien enfocada en áreas prioritarias: redes de transporte, servicios básicos (energía, agua, residuos) e infraestructura social, como escuelas y, posiblemente, centros de salud. Cada proyecto exitoso (como las escuelas o la planta de tratamiento de aguas residuales) genera confianza y genera lecciones que se pueden aplicar al siguiente, creando un círculo virtuoso de mejora y ambición. No sorprende que la «inversión en APP en Qatar» se esté convirtiendo en un tema de moda entre los inversores en infraestructuras que buscan oportunidades en Oriente Medio, al igual que la «inversión en APP en Arabia Saudí». Aquí encontrará más información sobre las APP en Arabia Saudí.
Para los inversores, financistas y contratistas, Qatar ofrece hoy en día una propuesta de valor convincente. El sólido historial crediticio y confiable de pagos del gobierno mitigan muchos riesgos, lo que significa que los proyectos pueden ser financiables y atraer financiación competitiva. Los sectores abiertos a la colaboración público-privada son aquellos con modelos de ingresos claros, ya sea mediante pagos gubernamentales (por ejemplo, pagos por disponibilidad para las escuelas) o mediante acuerdos de adquisición (para los servicios públicos), lo que proporciona una visibilidad a largo plazo. Los sectores clave, como el transporte, la energía, el agua y la infraestructura social, ofrecen una variedad de oportunidades que se adaptan a la experiencia de los diferentes inversores, ya se trate de un modelo de infraestructura de peaje o de un proyecto social basado en la disponibilidad. Los acuerdos se estructuran teniendo en cuenta las normas internacionales, como lo demuestra la inclusión de cláusulas de arbitraje y garantías de igualdad de trato en el marco de las APP, lo que reconforta a los participantes extranjeros.
Fundamentalmente, los objetivos de Qatar con respecto a las APP van más allá de atraer dinero privado. Hay un fuerte énfasis en aprovechar la innovación y la eficiencia del sector privado para garantizar que los proyectos se ejecuten dentro del cronograma, el presupuesto y con altos estándares. Esto es evidente en los incentivos de rendimiento y en las especificaciones de producción incorporadas en los contratos de APP; por ejemplo, los contratos de APP entre escuelas vinculan los pagos a la disponibilidad y el estado de las instalaciones, lo que empuja al operador privado a mantener la calidad o a enfrentarse a deducciones. En las asociaciones público-privadas de infraestructura, los licitadores suelen competir para determinar quién puede ofrecer las mejores soluciones técnicas o niveles de servicio, lo que puede llevar, por ejemplo, a la implementación de diseños más eficientes desde el punto de vista energético o a la implementación de tecnologías de tratamiento de vanguardia. Estos resultados se alinean perfectamente con la visión de Qatar de una economía sostenible basada en el conocimiento. El PPP STW de Al Wakrah no solo proporciona capacidad de tratamiento de aguas residuales, sino que también lo hace con procesos avanzados y capacidades de reutilización que respaldan la sostenibilidad ambiental. Del mismo modo, los administradores de instalaciones privadas en las escuelas pueden introducir sistemas de edificios inteligentes o soluciones digitales para optimizar las operaciones, lo que beneficia indirectamente al sector público al estar expuesto a nuevos enfoques.
Por supuesto, quedan desafíos por delante: Qatar debe gestionar con cuidado un programa en crecimiento, garantizar la transparencia y las adquisiciones competitivas y mantener el apoyo público a la participación privada en los ámbitos tradicionalmente gestionados por el gobierno. Sin embargo, la trayectoria acumulada hasta ahora sugiere un enfoque receptivo: cuando surgen problemas, Qatar ha demostrado su capacidad de adaptación (por ejemplo, distribuyendo los proyectos en lotes manejables o garantizando un apoyo de alto nivel para superar los obstáculos). Los líderes de la nación ven claramente que las APP complementan sus planes de desarrollo, no como un sustituto del esfuerzo gubernamental, sino como un multiplicador del mismo. Al compartir las responsabilidades con el sector privado, Qatar puede aprovechar aún más sus recursos y emprender más proyectos de forma simultánea de lo que podría hacer de otro modo.
El impacto de las iniciativas de APP de Qatar se hará sentir en múltiples dimensiones. Los ciudadanos y residentes pueden disfrutar de mejores infraestructuras y servicios públicos, ya sea que los estudiantes aprendan en escuelas de última generación, los viajeros que acaben beneficiándose de las soluciones de transporte de gestión privada o los hogares que opten por unos servicios públicos fiables a pesar del aumento de la demanda. La economía se beneficia del aumento de la actividad del sector privado, ya que los proyectos de APP crean puestos de trabajo (construcción, operaciones) y oportunidades de negocio para que las empresas locales se asocien con empresas internacionales. Esto se alinea con el impulso de Qatar para hacer crecer su sector de pymes y desarrollar experiencia a nivel nacional. Además, los proyectos de APP a menudo requieren mantenimiento y servicios continuos, lo que genera industrias auxiliares y empleo a largo plazo, lo que contribuye a la diversificación.
Desde la perspectiva del gobierno, las APP permiten una gestión fiscal más prudente. Pueden llevar a cabo los proyectos necesarios sin tener que realizar grandes gastos iniciales, pagando a lo largo del tiempo con cargo a los presupuestos futuros, lo que básicamente permite alinear el pago con la prestación de servicios. Esto puede ayudar a estabilizar los niveles de inversión pública y evitar el ciclo de auge y caída del gasto. También introduce la disciplina del capital privado en los proyectos, lo que a menudo lleva a una selección y preparación de los proyectos más rigurosas (dado que un proyecto debe poder financiarse para poder llevarse a cabo, obliga a una investigación exhaustiva). Con el tiempo, a medida que Qatar acumule una cartera de proyectos de APP, podría incluso considerar la posibilidad de refinanciar o reasignar recursos; por ejemplo, si un proyecto es operativo y de bajo riesgo, el gobierno podría refinanciarlo mediante bonos y reciclar el capital privado en nuevas empresas, una estrategia que se utiliza en los mercados de APP maduros.
En el ámbito regional, los avances de Qatar en materia de APP contribuyen a mejorar el mercado de infraestructuras del CCG en su conjunto. Demuestra que incluso los estados más pequeños pueden aprovechar con éxito las APP y que el modelo es escalable a la baja (no solo las megaeconomías como Arabia Saudí pueden hacerlo). Esta demostración es valiosa para otros mercados emergentes que consideran a Qatar como un caso de estudio. Aninver, a través de plataformas como InfraPP World, ha estado documentando estos avances, ayudando a difundir el conocimiento y las mejores prácticas. El hecho de que Qatar, con sus considerables reservas financieras, busque activamente las APP envía un poderoso mensaje: las APP tienen que ver con la eficiencia, la experiencia y la asociación, no solo con el dinero. Son una herramienta para cualquier gobierno, rico o pobre, que busque ofrecer mejores resultados a su población.
Para terminar, la trayectoria de Qatar en materia de APP es una historia de innovación en la gobernanza y el desarrollo. Refleja una mezcla de ambición y pragmatismo: ambición a la hora de establecer objetivos de desarrollo elevados y adoptar nuevos métodos para alcanzarlos, y pragmatismo a la hora de reconocer el valor de involucrar al sector privado allí donde puede aportar más valor. A medida que Qatar continúa implementando y expandiendo su programa de APP, se está consolidando como líder regional en ciertos nichos (como las APP de infraestructura social) y participando activamente en otros (como las APP de servicios públicos). Es probable que las asociaciones que se formen hoy perduren durante décadas (dado que muchos contratos de APP duran entre 20 y 30 años), vinculando de manera efectiva a los sectores público y privado en una relación a largo plazo destinada al éxito mutuo y al progreso nacional. Para todas las partes interesadas —el gobierno, los inversores privados y el público—, el crecimiento de las APP en Qatar anuncia un camino prometedor hacia los objetivos compartidos de prosperidad, sostenibilidad y servicios públicos de alta calidad en los años previos a 2030 y más allá.
Fuentes:
Fuentes:
infrapppworld.com: InfraPPP World, desarrollado y administrado por Aninver, es una fuente de inteligencia calificada y confiable para los mercados mundiales de asociaciones público-privadas (PPP). La plataforma reúne miles de actualizaciones de proyectos de APP, datos de inversores, licitaciones y adjudicaciones de contratos en todos los sectores y regiones, incluida una amplia cobertura de los proyectos de APP del Golfo y de APP en Oriente Medio. A lo largo de este artículo, InfraPPP World ha sido la principal fuente de datos para los proyectos de APP en Qatar y Oriente Medio, garantizando una precisión actualizada y a nivel de proyecto para los inversores, asesores y responsables políticos en infraestructuras.
Otras fuentes:
- Trade.gov — «Qatar introduce una ley de asociación público-privada» (julio de 2020) — La ley de APP de Qatar y los proyectos iniciales.
- PwC Middle East — «Tres sectores clave están listos para la creación de asociaciones público-privadas (APP) en Qatar» (abril de 2022) — Legislación, tramitación y oportunidades sectoriales en materia de APP.
- Oxford Business Group — «Las asociaciones público-privadas se forjan en Qatar para atraer la inversión extranjera directa» (Informe de Qatar de 2020) — Información sobre la legislación en materia de APP, información sobre las asociaciones público-privadas en las escuelas.
- Al Tamimi & Co. — «Una tajada del pastel: proyectos de APP en Qatar» (2019) — Proyecto de ley, sectores en los que se basan las APP (carreteras, escuelas, etc.).
- Dentons — «Licitación de proyectos de APP en Qatar en el marco de la nueva ley de APP» (noviembre de 2020) — El paquete de APP de las primeras escuelas y los modelos de ley de APP.
- Smart Water Magazine — «El consorcio Metito se adjudicó el primer proyecto de APP para el tratamiento de aguas residuales de Qatar» (septiembre de 2022) — Detalles sobre la APP STW de Al Wakrah y Al Wukair.
- Invest Qatar — «Inversión ecológica en la gestión de residuos... desarrollo económico» (2023) — PPP para la gestión de residuos (lanzamiento de una APP para el tratamiento de aguas residuales, portal Foras).
- Encuesta a directores ejecutivos de PwC/FDi Intelligence: el impulso de la IED y la inversión en Qatar tras la Copa Mundial.
- Aninver — «Las APP en Arabia Saudí: tendencias, marcos y oportunidades de inversión» (marzo de 2025) — Comparación entre el contexto regional de las APP y el CCG